"Todavía estoy shockeada con sólo pensar que tenía a esas dos personas en mi casa y podía pasar cualquier cosa. Nunca antes habían entrado a robar, qué susto que me llevé, por Dios. Doy gracias a los vecinos que me salvaron", comentó la docente jubilada Beatríz Ramírez viuda de Lisola (84), domiciliada en calle Landa del Bº Corrientes, en Concepción, Capital.

La anciana vivió su peor noche ayer, cuando dos desconocidos entraron de madrugada a su casa y la tomaron por asalto mientras dormía. La violencia llegó al punto que la tiraron al suelo y le taparon la boca para que no pidiera ayuda.

El atraco pudo haber terminado de la peor manera si no fuera por los vecinos que, tras escuchar los gritos, llamaron por teléfono a la abuela y después fueron hasta la puerta de su vivienda. Al darse cuenta del alboroto que había afuera, los ladrones abandonaron parte del botín y huyeron raudamente con algunas cosas mientras la gente los perseguía.