De sólo escuchar la palabra perpetua en el momento inicial de la lectura del fallo, la mamá de Kevin Guevara (24) estalló en un apagado llanto: "gracias Dios, gracias hijo… gracias hijo… se hizo justicia", repitió entre sollozos. Las lágrimas embargaban entonces a otros familiares de ese joven muerto el 27 de febrero de 2018 a causa de las puñaladas que le dieron para robarle la madrugada, un mes antes, del 27 de enero. A poco más de un metro, los tres acusados recibían la misma novedad, inmutables.
Y afuera, en la calle, hubo un ruidoso festejo por el resultado final de ese juicio para el confeso autor de los cinco puntazos contra Kevin, Marcos David Mercado Tello (21), y para sus cómplices Ezequiel Alfredo Trigo Sillero (21) y Ariel Washington Ochoa (22).
Así, el tribunal de la Sala I de la Cámara Penal integrado por Silvia Peña Sansó de Ruiz, Raúl José Iglesias y Juan Carlos Caballero Vidal, adherían por completo al pedido de castigo formulado por la fiscal Marcela Torres, quien logró ese resultado luego de ampliar la acusación. Es que los tres sospechosos llegaron a juicio acusados de cometer un homicidio en ocasión de robo (penas de entre 10 y 25 años) pero del curso del debate, la fiscal consideró que cometieron un delito castigado con perpetua, un homicidio triplemente agravado, por la alevosía (ataque a traición, desde atrás), por el número de personas y criminis causa, porque lo mataron para asegurarse el robo y la impunidad. Los defensores de los acusados habían intentado sin éxito instalar la teoría del propio Mercado de que esa vez iba en bicicleta con Ochoa y Trigo cuando vio a Kevin y se bajó a enfrentarlo porque él lo provocó y buscó atacarlo con una navaja que pudo quitarle y contraatacarlo, en defensa propia. Los otros acusados sólo admitieron haber ido en bicicleta con Mercado y haber huido cuando se bajó a "corretear" a Kevin. Ahora pueden pedir que la Corte de Justicia revise el fallo.
Mercado tiene un pasado violento. Tras la perpetua de ayer, le espera otro juicio por tentativa de homicidio en la Justicia de Menores, por atacar a Diego Arias y dejarlo con las vísceras al aire luego de darle un cuchillazo la madrugada del 30 de agosto de 2015 en una plaza del barrio Area II de Caucete, cuando tenía 17 años.