Un topógrafo comenzó ayer a ser juzgado como supuesto coautor del abuso sexual gravemente ultrajante y la corrupción de dos nenas (tenían 12 y 10 años) en complicidad con la madre de las víctimas (aún prófuga), con quien el acusado mantenía una relación sentimental. En concreto, a Carlos Eduardo Olivera (53) le atribuyen haber manoseado a las niñas con el consentimiento de la acusada, haberse mostrado desnudo ante ellas o haber practicado sexo con la mujer en presencia de al menos una de las chicas. A la pareja también le adjudican, promover que las niñas anduvieran sin ropa por la casa o haberlas fotografiado desnudas, con el argumento de que todo era parte de una situación normal.
Por consejo de su defensor Antonio Falcón, el acusado se negó a dar su versión ante el juez Ernesto Kerman (Sala II, Cámara Penal), la fiscal Alicia Esquivel Puiggrós y el abogado de la parte querellante Gustavo De la Fuente, dijeron fuentes judiciales.
Sin embargo, antes había negado su relación con las maniobras y atribuyó todo a una hermana mayor de las nenas. De todos modos las pericias psicológicas revelaron que las niñas (hoy de 16 y 13 años) presentaban signos de situaciones de abuso, y los peritos demostraron que entre las numerosas fotos de pornografía y mujeres desnudas de su PC, había varias que eran de las chicas (pese a que no se notaba su rostro) y habían sido tomadas con sus teléfonos celulares y cámaras fotográficas.
Todo estalló el 4 de noviembre de 2011. Entonces la mujer estaba en Mendoza y le había dejado las chicas a su exmarido. Esa vez lo llamó para decirle que al otro día las retiraría para volver con ellas a la casa del sospechoso en Capital, pero las niñas empezaron a llorar y le contaron todo a su padre, que denunció en el acto y ayer ratificó ante el juez lo que le habían contado sus hijas, precisaron.
La mujer había llegado a la casa de Olivera para cuidar a sus padres enfermos, pero desde 2006 se transformó en su pareja y comenzó a llevarse a las nenas, quienes comenzaron a quedarse y empezaron a atravesar situaciones que no imaginaron.

