Claudia Daniela “la Chili” Gutiérrez (34) empezó ayer a ser juzgada por atacar a golpes a una vecina y haberle tiroteado la casa con intenciones de que la abandone para así poderla ocupar, tal como le pasó a un hermano de la víctima, Cristina Ovalles (39). Así lo remarcó ayer la propia denunciante, cuando declaró ante el juez Maximiliano Blejman (Sala III, Cámara Penal), el fiscal José Eduardo Mallea y el defensor Jorge Olivera Legleu. Dijo que ese hecho ocurrió sobre las 6,30 del año pasado en la puerta de su casa en el barrio General Acha, Capital, cuando volvía de un boliche. Señaló que la acusada, su hermana Andreina y la pareja de esta última, José “Morocho” Ariza se bajaron de un auto, y mientras el joven la sujetaba las hermanas la golpearon, incluso con un objeto que la dejó mareada.
Agregó que minutos después, alrededor de las 7.30, las hermanas volvieron en moto y efectuaron tres disparos, dos que dieron en su casa y el otro en la de una vecina.
También dijo que su hija de 13 años fue perseguida por la sospechosa con un arma y que en otra ocasión volvieron a tirotear su casa.
La denunciante aportó también el dato curioso de la primera audiencia: No sé por qué dicen que Andreina está prófuga si ahí la vi en la puerta de acá de Tribunales”, precisó. Y fue curiosidad por partida doble ya que, según fuentes judiciales, en el expediente consta que la propia Andreina, con un pedido de captura vigente, se presentó a notificarse que su hermana “la Chili” estaba presa y no fue apresada.
La única detenida ayer no declaró, pero contó con el apoyo de dos vecinas que, sin embargo, no parecieron conformar al juez por su presunta relación con la madre de la acusada, puntera política del barrio. Una de ellas dijo que el día y a la hora del ataque a Ovalles, vio a la denunciante y a su marido discutir a gritos y que luego el hombre encañonó a Andreina. La otra dijo que el tiro en su casa estaba de antes de ese día y acusó a Ovalles y su familia de amenazarla por su testimonio.