El 12 de diciembre del año pasado el matrimonio Furlotti Núñez sufrió un golpe muy duro porque ese día se puso en pausa la vida de Santiago (3), su hijo menor, al caer a la pileta del Camping del Foro de Abogados y ahogarse. Dos días después se confirmaba la peor noticia, el fallecimiento del menor. Y desde entonces comenzó a ser invetigado el guardavidas, Juan Simón Molina Díaz (34), acusado de actuar negligentemente, sin poder evitar la desgracia.

Molina Díaz actualmente es enjuiciado por el delito de homicido culposo. El debate, presidido por el juez Alberto Caballero, comenzó ayer y tuvo durísimas declaraciones de Carla Maniniabogada del bañero, quien culpó a Ricardo Furlotti y a Rosa Núñez, los padres de la víctima. "¿Dónde estaban ellos? Estamos hablando de un menor de 3 años. Todos los testigos declararon que estaban preparando un asado, que vieron al menor solo, sin compañía de ninguno de los progenitores", acusó la letrada.

Ahora este diario revela qué hicieron los progenitores del menor antes, durante y después de la tragedia, según la versión que brindó en el juicio Marcelo Fernández, el abogado que los representa en compañía de Franco Montes.

Según Férnandez, ese día sábado 12 de diciembre del año pasado los Furlotti Núñez quedaron de acuerdo con unos amigos para ir a comer un asado al Camping del Foro de Abogados, ubicado en Rivadavia, lugar al que asistían con frecuencia por su condición de socios.

Antes de concurrir Ricardo Furlotti se encargó de las compras y arribó con su familia (su mujer y sus dos hijos, Santiago y otro unos años mayor que él) al predio entre las 15 y las 15.30. Ese día estaba ventoso.

Ricardo estacionó el vehículo en el lugar habitual, casi enfrentado a la pileta. Y cuando descendieron cruzaron saludos con Molina Díaz, que a esa hora ya estaba cumpliendo sus funciones como guardavidas.

"Se ubicaron, por primera vez, detrás del quincho grande, para tener reparo contra el viento", explicó el abogado. Y describió que ese sitio está "un poco apartado" de la pileta y el resto del camping.

Siempre según el testimonio de Fernández, una vez que se acomodaron en las mesas y el parrillero, los niños se fueron a un sector de juegos que está frente a la pileta. En ese lugar hay un arenero y se encontraban otros menores. El relato del querellante indica que Rosa Núñez "en varias oportunidades" se acercó a sus hijos "a llevárselos hacia donde estaba ella". Dijo que por ejemplo se los llevó para hidratarlos, luego para ponerles protector solar, después para darles algo de comer porque el asado iba a demorar.

A eso de las 16.30 se produjo un hecho clave, que fue cuando arribó al camping una pareja amiga del matromonio. Ellos no eran socios sino que habían ingresado como invitados. ¿Por qué un hecho clave? Porque en un momento "esa pareja decide ir al baño y son acompañados por los dos niños Furlotti, que ya conocían las instalaciones, principalmente el mayor". Según Fernández los dos menores decidieron quedarse en los juegos y la pareja regresó a donde estaban sus amigos, a quienes les comunicaron que los niños se iban a quedar en ese sector de diversión.

Luego de eso pasaron unos minutos sin novedades, hasta que en un momento Rosa Núñez salió a buscar a sus hijos para informarles que en unos minutos iban a almorzar. La mujer "se dirigió por la parte trasera del baño (por la parte Sur), con dirección a los juegos", explicó el letrado. Y de un momento a otro empezó el drama y la desesperación: "En ese momento se le acerca un hombre con un niño en brazos, que era F. (se preserva el nombre), hermano mayor de Santiago, que venía todo mojado y llorando".

La madre "se sorprende, le dice que es su hijo, sospechando que habían hecho una travesura. El hombre le dice ‘mire señora, vaya corriendo a la pileta porque ha ocurrido algo muy grave, hay un niño al que le están haciendo reanimación’".

Núñez entonces corrió a la pileta y observó que el guardavidas y la médica encargada de las revisaciones médicas estaban intentando reanimar a Santiago a un costado de la pileta con maniobras de RCP. "Cuando ella se percata de que era su hijo por la desesperación se trata de abalanzar para acercarse y dos personas que estaban en ese lugar se lo impidieron, no pudo acercarse", contó el abogado.

Mientras eso pasaba el hombre que cargaba al hermanito mayor se encontró con Ricardo, el padre, quien al verlo mojado y en brazos lo reprendió, creyendo también que había hecho una travesura: "¿Hijo qué pasó? ¿Que hiciste?". Pero el hombre "le dijo que corriera a la pileta porque se había ahogado un niño".

El padre de la víctima llegó rápidamente a la pileta y pudo ver a su esposa arrodillada, gritando y llorando, mientras a unos metros continuaban las maniobras de reanimación con Santiago.

"Ricardo empieza a correr gente y comienza a colaborar con  las maniobras de resucitación. Santiago fue eliminando líquidos cuando el padre lo inclinaba para un costado", reveló Fernández. A esa altura los servicios de emergencias ya habían sido comisionados. En primer lugar arribaron efectivos de la Policía de San Juan y luego la ambulancia, que no pudo ingresar porque había una sola puerta habilitada y las medidas no se lo permitían.

"Ricardo decidió tomar a su hijo y pasarlo por encima de la reja para entregárselo a los paramédicos", dijo el letrado. El padre se subió también a la ambulancia, que arribó al Servicio de Urgencias del Hospital Rawson alrededor de las 17.30. 

Fernández resaltó que Santiago "nunca recupero la conciencia" y que además "no tenía actividad muscular". Sin embargo, "los padres se mantuvieron aferrados a la fe y a la esperanza de que ocurriera un milagro que finalmente no ocurrió".

"Los informes médicos nunca fueron esperanzadores"

El nene falleció el 14 de diciembre, dos días después, y algunos de sus órganos fueron donados por decisión de sus padres.

El abogado al final de su alegato cargó contra Molina Díaz, que lo escuchó atentamente y se mostró quebrado. "Ese desenlace fatal se hubiese evitado si el imputado hubiese obrado conforme a las reglas", lo acusó. Y agregó que nada hubiese pasado "si hubiera velado por la integridad física de aquellas personas que estaban en el ámbito de custodiia de la pileta".

Santiago Furlotti (3)

"Va a quedar demostrado en este juicio que lo que ocurrió con Santiago Furlotti no fue un hecho aislado ni accidental, sino que obedece a una actitud desaprensiva por parte del imputado. Lo que le ocurrió a Santiago podría haber ocurrido en cualquier momento y a cualquier otra perosna dada esa postura omisiva y de desprecio por la vida ajena del imputado", arremetió.

Los querellantes anticiparon que pretenden que Molina Díaz reciba una condena de 4 años de prisión efectiva, es decir que sea enviado al Penal de Chimbas. Y que además sea inhabilitado por 8 años para ejercer como bañero.

El juicio continúa con el aporte de testigos, algunos esenciales para poder establecer si el guardavidas debe o no ser declarado culpable. El fiscal coordinador de la UFI Delitos Especiales también busca que el imputado sea condenado, pero a 3 años de prisión de ejecución condicional (sin encierro). En tanto que la defensora Carla Manini y su colega Leonardo Villalba van por la absolución de su cliente.