Con 17 años y con un revólver calibre 38 en mano, jugaba como si fuese un cowboy a hacer girar el arma en un dedo. Así se divertía el adolescente en la puerta de una peluquería hasta que se escuchó ese estampido que enmudeció a todos y segundos después generó desesperación. Era un disparo que, supuestamente, se le escapó al jovencito y que casi mata a una amiga suya, de 16 años, que terminó con el proyectil alojado entre un pulmón y la columna vertebral. De hecho, la chica tuvo que ser internada en terapia intensiva. Del autor del disparo se desconoce el paradero porque, en vez de prestar ayuda, escapó corriendo y posteriormente desapareció de su casa en Rawson.

El dramático episodio se conoció ayer, pero ocurrió días atrás en el interior de Villa Hipódromo. Por tratarse de dos menores, en la Policía mantuvieron el tema casi en secreto. También mantenían el hermetismo porque cuando fueron a detener al adolescente, luego de algunos días, éste se había ido de su casa en el Lote Hogar Nº5. Al parecer, fugó a La Rioja, dijeron los vecinos. El arma, un revólver de grueso calibre, tampoco fue encontrada.

Este jovencito era amigo de la adolescente baleada. El día del incidente anduvieron juntos todo el día. A la noche, ambos fueron a acompañar a una pareja de amigos a una peluquería de Villa Hipódromo. “Mi hermana me contó que estaban parados afuera de la peluquería esperando y el ‘Gringo’ (por el adolescente) jugaba con el fierro en la mano. Hace días que andaba con esa arma. Ella no vio cuando le salió el disparo. Dice que escuchó el ruido y empezó a sentir un fuerte dolor en todo el brazo derecho. Ahí vio la sangre y dijo: ‘Me arruinaste, Gringo. Me arruinaste’. Todos se asustaron. El chico este directamente escapó”, relató Mónica, la hermana mayor de la adolescente.

La menor nunca perdió el conocimiento. La bala impactó cerca del hombro derecho y pasó a 2 cm de una arteria, pero luego siguió una trayectoria descendente hasta que quedó entre una vértebra y un pulmón, describió otra de sus hermanas. Era tan seria la herida que la menor ingresó a terapia y tuvo asistencia respiratoria. Explicaron que el plomo está alojado en un lugar muy complicado, de modo que no pueden operarla para extraer el proyectil. De todas manera, pasó lo peor porque no dañó ningún órgano vital. Ayer, ya se encontraba en una sala común.