Hace 38 días que Walter Castro vive una desesperante espera. Hace 38 días que no se despega de su celular esperando un mensaje de Whatsapp o de texto, una llamada o un contacto por internet. Hace 38 días que la incertidumbre ha invadido su vida y la de su familia. Es que desde el pasado 8 de noviembre, nadie sabe dónde está su hija Gemma, una diseñadora de indumentaria de 32 años que decidió hacer un viaje por trabajo desde su hogar en Calafate, Santa Cruz, a Panamá. Al viaje fue con su novio, pero en Colombia se pelearon, sus caminos se dividieron y desde ahí su paradero es un misterio. Por eso, ayer su padre no descartaba lo peor, aunque no perdía las esperanzas de que esté ilesa.

Anoche hubo revuelo porque Walter recibió 2 versiones de que está viva pero al no tener contacto con ella las desestimó: le dijeron que la vieron trabajando de traductora en el pueblo aborigen Ciudad Perdida. Y que una mujer la vio comprando facturas en Talar de Pacheco, Buenos Aires.

No era la primera vez de Gemma Castro en el exterior. ‘Estuvo por Brasil; en Mompiche (Ecuador), al frente de un hotel. Iba a esos países porque le gusta enseñarle a los aborígenes, en la selva, cómo trabajar su materia prima. Pero cada vez que viajaba teníamos un contacto constante. Por eso nos llama la atención que no de señales’, dijo Walter. Su hija y Facundo Negrete, su novio, querían ir a Panamá, pero al llegar a Palomino, Colombia, se separaron. ‘Ella se quedó porque había un casting de vestuaristas para una película de Brad Pitt. Él se fue a Popayán, localidad en la que no hay señal telefónica. Traté de comunicarme con él, pero fue imposible’, contó.

Al no tener noticias de Gemma, el hombre buscó ayuda en las redes sociales y ayer en los medios. ‘La Policía provincial y Federal saben de esto, pero lograr una búsqueda internacional es engorroso. Un mexicano que la conoce se comunicó conmigo y me dijo que la vio hace un mes bien y sana. Pero ella no me ha llamado y por eso temo lo peor. Pero tampoco pierdo la esperanza de que no se haya podido comunicar porque esté en la selva con los aborígenes’, comentó Walter.