El conocido organizador de eventos Jorge Daniel Diez integra una lista de 14 nombres de posibles sospechosos en una investigación por un fraude de $3.784.722 contra al menos un banco, el Supervielle, cometido entre octubre y noviembre de 2015, dijeron ayer fuentes judiciales. Diez cayó preso el último martes, sospechado de haber participado en otra estafa, esta vez por un monto cercano al millón y medio, con la compra de neumáticos para camiones en la firma F1, perpetrado el 18 de febrero pasado.
La denuncia previa contra este empresario que al comienzo de su carrera se codeó con los más granado del mundo del espectáculo nacional en la organización de desfiles, la puso un responsable del Supervielle en 2016, cuando descubrieron que esas personas (humanas y cuatro jurídicas) habían fingido una situación patrimonial y de contribuyentes regulares en la AFIP, con documentos falsos que hasta tenían el mismo número de comprobante. Tal fue la simulación, que varios de esos sospechosos se presentaron como empresarios, pero cuando el banco sospechó, comprobó que no tenían empleados, que sus socios no llegaban ni siquiera a la categoría más baja de monotributistas, que no tenían correo electrónico corporativo ni página en internet. Incluso se supo que vivían en barrios humildes o que dieron direcciones de calles con numeración inexistente.
Así, fueron aceptados como clientes con cuenta corriente en el banco, y accedieron a distintos productos, como préstamos y tarjetas de crédito, entre otros.
Pero la operatoria de las cuentas corrientes fue la más elegida por los supuestos embaucadores para hacerse de un dinero que luego no devolvieron. Según la denuncia, a través de esa modalidad bancaria extendían cheques con pago diferido, para que el banco les depositara por adelantado la suma, que sacaban antes de que el portador del cheque (alguno de los implicados) se presentara a cobrarlo sin éxito, pues le era rebotado por falta de fondos.
Esta operación se habría concretado también en otros dos bancos, el Galicia y el Santander Río, precisaron.
Cuando el Supervielle denunció, puso en el centro de la sospechas como presunto organizador de toda la maniobra a un contador identificado como Víctor Alberto Zárate, quien recomendó ante el banco a las personas jurídicas y al propio Diez. De hecho, todos los involucrados pidieron una apertura de cuentas en el Supervielle luego de que lo hiciera Zárate, precisaron las fuentes.
El caso está radicado en el Tercer Juzgado de Instrucción, donde esperan un informe de la AFIP para avanzar sobre la eventual imputación de Diez y los demás denunciados.