Un sujeto de 34 años fue condenado ayer a 4 años de cárcel por el juez Raúl José Iglesias (Sala I, Cámara Penal) por haber manoseado a una nena con síndrome de Down hija de su expareja, cuando tenía 13 años. El sujeto había admitido su culpa en un juicio abreviado que firmó junto a su defensor Maximiliano Páez Delgado y la fiscal Marcela Torres. Y aceptaba purgar justamente la pena que le impusieron ayer.
Por ahora Darío Esteban Maradona está libre porque llegó excarcelado al juicio, pero una vez que el fallo quede firme deberá ir a prisión porque, en San Juan, las penas mayores de 3 años son de cumplimiento efectivo. La incógnita está en saber si cumplirá su pena o se dará a la fuga.
El detonante que despertó las sospechas en su contra, fueron los numerosos videos pornográficos con menores (unos 80) que la mujer dijo haber encontrado en el teléfono de ese sujeto (nunca hallaron ese aparato) con el que llevaba casi 2 años de relación y al menos 8 meses de convivencia. Fue grande su preocupación entonces (año 2012) porque justamente ella es madre de una niña Down con retraso mental.
No fue lo único raro que notó en Maradona. En septiembre de 2012 le pidió a su hija que se cambiara la ropa de la escuela y ahí el sospechoso, aprovechando que ella atendía a unos clientes, se metió también a la habitación y la manoseó. La mujer advirtió que el sujeto fue hacia la nena y lo siguió. Cuando llegó, abrió la puerta y la niña, llorando, la abrazó y le dijo que se sentía triste.
Desde entonces le preguntó a la chica por qué lloraba, pero le respondió que no era nada pero a la vez le decía que Maradona ‘no se quedara más a dormir en la casa’. Hasta que finalmente la nena le contó que ese día el sujeto le había tocado sus genitales.
En su denuncia, la mujer recordó además una situación bastante extraña ocurrida el 28 de junio de 2012, cuando le pidió a Maradona por teléfono que buscara a su hija en la escuela pero en lugar de llevarla a la casa que compartían, la llevó a otra parte.
Esa vez lo llamó y el sujeto le dijo que vendía cobre en una chacarita, pero luego de varios llamados sin respuesta desconfió y se fue hasta la casa de la madre de él, en Rawson, y allí lo sorprendió a medio vestir.
El caso se judicializó sin embargo el 6 de junio de 2013, cuando llevó a la niña a la Dirección del Discapacitado para renovar un certificado y ahí la nena le contó a uno de los empleados que ‘el tío’ la tocaba y la besaba cuando ‘jugaban a la caperucita y el lobo’. Y que él le decía que era un secreto entre ambos, que no debía saber su mamá, pero todo se complicó y ahora irá a la cárcel.