Cinco magistrados de la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza, incluidos dos subrogantes de San Juan, ordenaron ampliar la investigación administrativa a todos los empleados y funcionarios de la Secretaría Penal Nº5 del Juzgado federal local, de cuyo depósito y caja fuerte sustrajeron al menos 20 kilos de drogas y más de 20.000 pesos secuestrados al narcotráfico, informó ayer el abogado Ricardo Moine. El objeto de ese sumario es determinar si hubo o no negligencia o alguna maniobra más grave en la custodia de esos valores, y si hay otros responsables además del empleado Rogelio Videla Hadad, sospechado de ser partícipe, junto al supuesto narco Pedro Guiñez, en esa escandalosa sustracción denunciada el 26 de noviembre de 2011. En ese caso Videla está procesado, excarcelado y espera un fallo de la misma Cámara donde pidió ser sobreseído.
En su fallo, los jueces subrogantes Héctor Fabián Cortes, Roberto Naciff, Pedro Humberto González y los sanjuaninos Carlos Parra y Hugo Echegaray, designaron para esa investigación administrativa en la Secretaría Penal Nº 5 dirigida por Paula Carena, a una funcionaria de la Cámara Federal, la doctora Graciela Tersi. Y ratificaron la decisión del juez federal local Leopoldo Rago Gallo, de dejar cesante a Videla Hadad (el único investigado hasta ahora), aunque suspendió la ejecución de esa medida por su inmunidad sindical, ya que es secretario de la región cuyo de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación.
‘Era de esperar que la Cámara ordenara iniciar un sumario administrativo a todos los integrantes de la Secretaría 5 y especialmente a la secretaria (Carena) que era la responsable de las llaves de la caja fuerte y el depósito de las cosas secuestradas. No puedo entender por qué motivo el juez (Rago Gallo) tuvo que esperar que la Cámara disponga investigar a todos, máxime teniendo precedentes, como el caso Mestre (Hernán, secretario) que en un caso idéntico fue condenado por malversación culposa de fondos y caudales’, dijo Moine.
Y agregó: ‘La doctora Carena y el juez eran los únicos que tenían llaves de la caja fuerte donde estaba la mayor cantidad de droga y dinero sustraído. Ninguna cerradura estaba forzada y eso también debió investigarse’.

