Un juez que investiga a un joven de clase media por al menos seis casos de presunto abuso sexual y exhibicionismo en la calle, dispuso como condición especial para excarcelarlo que se someta a un tratamiento psicológico durante un año. Es que sospechan que tiene una patología que pueda volver a meterlo en problemas. El imputado es señalado como el "sátiro" que azotaba el coqueto Barrio Residencial de Capital y sus alrededores desde el año pasado.

La medida fue ordenada por el juez José Atenágoras Vega, titular del Cuarto Juzgado de Instrucción, contra un muchacho de apellido Dansey que es sindicado como el sujeto que decía obscenidades, mostraba sus genitales o manoseaba a empleadas domésticas y otras mujeres habitantes de ese coqueto barrio ubicado en Desamparados, indicaron fuentes judiciales. Él estaba detenido desde el 15 de abril pasado y recién fue excarcelado en los últimos días, previo al pago de una fianza en dinero y con la condición de que se someta a un tratamiento psicológico y psiquiátrico prolongado.

El imputado tiene 29 años, pertenece a una familia de clase media y es dueño de una carpintería. Fue reconocido por cuatro mujeres como el sujeto que las atacó en la vía pública, en algunos hechos hasta lo habrían visto en dos autos distintos. De hecho, en el marco de la investigación los policías de la Seccional 4ta. secuestraron un Fiat Uno, propiedad del sospechoso, que fue reconocido por algunas de las denunciantes.

Una de las mujeres denunció que sufrió el ataque el 3 de abril pasado, a las 8 de la mañana. Aquella vez, la chica barría la vereda de la casa de sus patrones en barrio Residencial. Según la versión, por atrás le apareció un sujeto que la tomó por la fuerza y la empujó contra una pared. El hombre empezó a manosearla. Ella alcanzó a zafar y lo golpeó con la escoba, de modo que el desconocido se alejó y ahí empezó a mostrarle los genitales, relataron fuentes del caso. Después escapó. Esa muchacha declaró que el mismo individuo ya la había molestado anteriormente con palabras obscenas y masturbándose en frente suyo.

Una situación parecida vivieron dos empleadas de un jardín de infantes de esa zona, según fuentes judiciales. Una de ellas relató que sólo fue objeto de exhibiciones obscenas y la otra dijo haber sido manoseada en la calle por ese hombre. Esta chica también comentó en el juzgado que ese muchacho luego le apareció otras veces en la puerta del jardín y hasta la siguió en un colectivo. En la causa figuran otras dos denuncias de mujeres que andaban por esa zona, y que también se encontraron con un hombre que les mostró los genitales. En todos los casos describen a un joven con un piercing en la ceja derecha y un aro en una oreja. Esa descripción coincide con la de Dansey, comentaron fuentes del caso. También mencionaron un auto Fiat Uno gris o un remis Chevrolet Corsa del mismo color. Coincidentemente, el imputado tiene supuestamente dos autos de esas marcas, comentó un investigador. Las denunciantes aseguraron que fueron muchas las mujeres del barrio que padecieron los ataques del "sátiro", pero no recurrieron a la policía por pudor o porque sólo se trataron de agresiones verbales o exhibiciones obscenas. Tan conocido se hizo ese sujeto, que algunas mujeres hasta le habían puesto un apodo irreproducible.

Dansey fue apresado por casualidad. Fue después de que una de las víctimas lo reconoció en una gomería en Desamparados y le avisó a su marido. Tras su detención, se estableció que su fisonomía coincidía con la persona que fue vista en hechos anteriores. Según fuentes judiciales, cuatro de las víctimas lo señalaron en rueda de reconocimiento como el supuesto abusador que las atacó. Un examen psicológico realizado por un perito judicial demostró que el muchacho tiene ansiedad, es impulsivo y eso tendría relación con una patología que lo llevaría al exhibicionismo, reveló una fuente judicial. En base a esos estudios es que el juez Vega, cuando concedió la excarcelación provisoria a Dansey, le ordenó que haga un tratamiento médico hasta tanto se resuelva su situación procesal.