Un hombre con una extraña afección en la audición es investigado por el presunto abuso sexual de una nena de 4 años a la que supuestamente manoseó en el Parque de Mayo. El sospechoso, de apellido Ocaña (50), padece hipoacusia neurosensorial bilateral, con ciertas variantes que motivaron una audiencia especial en Tribunales: es sordo pero puede hablar y no conoce sobre lengua de señas pero sabe leer. Es por eso que el juez de Garantías Javier Figuerola ideó pautas para que el sospechoso pudiera participar y comprender las distintas partes de la audiencia.
"No he hecho nada, quiero ver la Cámara (Gesell)", alcanzó a decir el acusado antes de ser interrumpido por el magistrado, pues en esta instancia no puede declarar debido a que la causa aún no se ha formalizado, es decir, todavía no ha sido imputado. Para llegar a esa instancia, Fiscalía primero espera tener el informe de la audiencia videograbada a la que la presunta víctima será sometida en los próximos días, medida solicitada por la ayudante fiscal de la UFI Anivi Laura Maldonado (en representación de la fiscal Ingrid Schott) y concedida por el juez Figuerola. Las conclusiones de las profesionales que entrevisten a la niña serán fundamentales para el futuro del caso, dependiendo de si encuentran en la menor o no los indicadores típicos de quienes sufren ataques sexuales.
El representante de la Defensa Oficial Germán Riveros fue quien asistió a Ocaña, escribiendo en su celular lo que oralizaban las partes para que su defendido pudiese entender.
Según fuentes judiciales, el hecho ocurrió el 11 de enero pasado y ese mismo día la madre de la menor hizo la denuncia. Según la mujer, esa vez estaba en el Parque con sus hijos y eran aproximadamente las 3 de la tarde cuando, después de almorzar, los niños se pusieron a jugar en las fuentes donde están las banderas, cerca de la esquina de 25 de Mayo y España.
La denunciante manifestó que en un momento dado perdió de vista a sus hijos y luego vio a la nena de 4 años que estaba de espaldas, cerca de un árbol, y observó a un hombre escondido, tapándose. En ese momento la llamó a su hija y el sujeto comenzó a hacerse el distraído y a alejarse corriendo. Sin embargo, un hombre que estaba regando lo empezó a seguir y llamaron a la Policía. Al sospechoso, Ocaña, se lo llevaron detenido a la comisaría 4ta pero horas después fue liberado.
Según fuentes judiciales, cuando la denunciante le preguntó a su hija qué le había hecho ese señor mayor, le dijo que la llamó y que le dijo que le iba a comprar un helado. La hipótesis es que en ese momento la manoseó u obligó a tocarlo.