Un hombre que estaba detenido hace una semana en la Seccional 2da. de Concepción, murió ayer después de ser llevado tres veces al Hospital Rawson. Su familia denunció que había sido ferozmente golpeado por unos uniformados y que lo llevaron a hacer atender cuando su salud se agravó. Un jefe policial, por el contrario, aseguró que el preso estaba en perfecto estado y que aparentemente su deceso fue por un paro cardiorespiratorio.
El fallecido es Héctor Alejandro Leiva, de 30 años, del barrio Costa Canal III, Concepción. Fue detenido la madrugada del sábado 29 de agosto pasado, cerca de un boliche en Lateral de Circunvalación, casi Salta. La versión policial es que Leiva intentaba sustraer una moto, y por eso lo llevaron preso a la Seccional 2da. imputado de tentativa de hurto agravado, indicó el comisario inspector Rafael Atampiz, jefe de la Regional Capital.
María Leguizamón, la madre, contó que esa noche "los policías del Comando Radioeléctrico le dieron una paliza cuando lo detuvieron. Tenía un corte en la frente, otro en el cuero cabelludo y encima le partieron la dentadura postiza. Después se le hinchó la cara. Decía que se sentía mal, me pedía que lo llevara a hacer ver con un médico, pero los policías no querían". La familia también contó que Leiva arrastraba una vieja lesión en la cabeza por un accidente y por se cuidaba de los golpes. Hace dos años, un hermano suyo murió en otro incidente policial.
El comisario inspector Atampiz dijo: "me cuentan que estaba bien de salud. Lo vio el médico legista y no tenía ninguna lesión. Hoy (por ayer) se sintió mal en la mañana. Creían que se descompuso por síndrome de abstinencia. Se lo llevó al hospital en la mañana, en la tarde y a la noche, y ahí se murió posiblemente por un paro respiratorio".
La familia denunció que las dos primeras veces que lo trasladaron al Hospital Rawson ni lo atendieron. Leiva ingresó por tercera vez a las 20:15 y a las 21 murió en la sala de urgencia de ese nosocomio. Anoche, no se sabía las causas. En el hospital no dieron ningún informe. Su familia aseguró que murió producto de la golpiza que recibió el día de su detención y por la falta de atención médica, pero en la policía desmienten esa versión.

