Fue una psicóloga del hospital Guillermo Rawson la persona indicada. Con ella consiguió un poco de confianza, esa que no tuvo ni con médicos ni con enfermeros. Para entonces una ecografía ya había revelado que sus problemas de salud tenían una causa definida: un embarazo de 17 semanas. Pero fue a la psicóloga a quien la nena de 11 años reveló que estaba así porque había sido sometida por su padrino. Con ambos datos en poder de la UFI ANIVI desde el pasado 1 de junio, uno de sus coordinadores, la fiscal Valentina Bucciarelli, pidió al juez de Garantías Andrés Abelín la inmediata detención de ese sospechoso, identificado como Héctor "Chiqui" Torres Siles, un sujeto de 45 años (su familia es oriunda de Bolivia) que explota en La Bebida, Rivadavia, la fabricación de ladrillos.
Esa actividad había ligado a la madre de la víctima y a su padrastro con Torres Siles, quien los empleaba en su emprendimiento, dijeron. Y era tanta la confianza que le tenían que le permitieron apadrinar a esa niña, que a raíz del violento ultraje sexual y la traumática situación que debió atravesar desde que fue sometida a una interrupción legal de su embarazo, quedó con un primer diagnóstico de un grave daño en su salud física y mental.
Un examen de ADN entre los restos fetales y la sangre del sospechoso es clave en la causa.
Y es por esa primera evaluación psicológica que ahora esperarán compensar a la víctima psicofísicamente, antes de someterla a una entrevista con psicólogos, una prueba clave si se tiene en cuenta que de su relato se podrán desprender detalles sobre el ataque sexual, dijeron fuentes judiciales.
Ayer, la fiscal Bucciarelli consiguió que el magistrado le conceda un año de plazo para investigar a Torres Siles (que no dio su versión ante el juez) y que le dictara un año de prisión preventiva.
Además de los dichos de la menor, Fiscalía espera contar con otra evidencia que será contundente: un cotejo de ADN entre lo restos fetales y material genético del sospechoso. El resultado de ese examen, determinará la suerte que puede correr en la causa Torres Siles.