Desde hace un año, Ana Cabello (43 años, casada, dos hijos) decidió dejar sus tareas hogareñas y salió a trabajar de empleada doméstica para sumar un dinero más a su casa. En ese lapso, la mujer nunca tuvo ningún tipo de altercado en las viviendas en las que trabajó, ni accidentes ni ningún problema, afirmó César González, su marido. Hasta ayer en la mañana, cuando se retiraba de la casa que limpia en Concepción, Capital, y fue atacada repentinamente por el perro doméstico: un bull terrier (raza de tamaño mediano, utilizada en principio para la lucha y después domesticada) que reaccionó supuestamente cuando la empleada trató de acariciarlo.

Según González, el animal le mordió los brazos y le hizo un profundo tajo en uno de ellos. Además, le causó otra lesión superficial en el abdomen y ayer en la tarde la tuvieron que someter a una cirugía para suturarle las heridas, pero su evolución era favorable.

Luego del ataque, el perro fue dominado por el propietario y un vecino que lo ataron del cuello con un alambre a una columna, para después asistir a la mujer. Pero luego de unos minutos se toparon con que el bull terrier había muerto por la presión del alambre, afirmó el dueño de la mascota, Alberto García.

Según García, todo ocurrió a las 11:30 en su casa de calle Gral. Acha 640 Norte, en Concepción, Capital. Allí se retiraba Cabello luego de cumplir con las tareas de limpieza que realiza desde hace dos semanas, cada viernes. La versión es que cuando pasó cerca del animal, este se paró en sus patas traseras y la mujer trató de acariciarle la cabeza. En ese momento, el perro reaccionó y atacó a la empleada, aseguró García, que atiende un kiosco en el frente de su vivienda y que -dijo- escuchó de inmediato los gritos de ayuda de Cabello.

Al llegar al fondo, García se topó con la víctima en el piso y con el perro encima, enfurecido. Un vecino llegó al lugar y con el dueño de casa dominaron al encarnizado animal, mientras la mujer yacía ensangrentada en el piso, dijo el hombre. Desesperados, rodearon el cuello del perro con un alambre y lo ataron a una columna. Luego llegó el marido de la empleada y él la trasladó al hospital Rawson porque -según González- tuvo un altercado con un enfermero de la ambulancia. A los minutos, cuando García salió a ver a su mascota, "estaba muerta porque se ahorcó de tanto tirar parece’, afirmó el hombre.

"A pesar de lo que pasó con el animal, mi mujer me dijo que quiere seguir trabajando en esa casa. Lo tomó con un accidente nada más’, afirmó González.