Para el abogado César Jofré no hay dudas: su cliente, el patovica Eduardo "El Huevo" Villalba debe ser liberado porque -en su opinión- hasta el momento en la causa no está acreditado que haya sido la trompada que le dio Villalba a Maximiliano González (26 años, padre de cuatro chicos) la causante de las graves lesiones en la cabeza que terminaron con la vida de este joven el 31 de marzo pasado. Por eso el letrado le pidió al juez del caso que cambie la calificación del delito (le atribuyen homicidio simple, no excarcelable) para que el hecho sea considerado como homicidio en riña (cuando no está claro quién es el autor) o en todo caso como homicidio preterintencional, es decir cuando alguien quiere provocar un daño en la salud de otro pero no tiene la intención de matar. Ambas figuras permiten la excarcelación.
El caso no es sencillo. Villalba ya fue indagado por homicidio simple, es decir por tener la intención de matar a González. La sospecha se basa en testigos y en un informe forense sobre la posibilidad de que fue esa trompada la que provocó la fractura en el hueso parietal del joven y su posterior muerte, y no la caída en el piso, dijeron fuentes judiciales.
Todo pasó en la madrugada del 19 de marzo a la salida del boliche "La Llorona" en Libertador y Perito Moreno, en Desamparados, Capital. Minutos antes de las 6 de ese día, dos grupos rivales (supuestos hinchas de fútbol) se pelearon en las afueras del boliche y entonces un grupo de patovicas se metió con intenciones de separar a los revoltosos.
Según el expediente, González estaba en uno de los bandos y golpeó a Villalba, quien respondió con una violenta trompada que lo tumbó. Con los días empezó a empeorar hasta que finalmente lo internaron y no tuvo ninguna chance: en su cabeza tenía golpes, una fractura en el parietal izquierdo y hasta una fisura, dijeron las fuentes.
Según Jofré, el juez debe liberar a su cliente porque considera que no está probado que haya sido el golpe de su cliente y no otro el causante de las heridas más graves. Y en su escrito niega de plano que Villalba saliera con intenciones de matar ya que, sostuvo, sólo tuvo intención de ayudar a separar a los revoltosos.

