Erguido, imperturbable. Osvaldo Arena escuchó el fallo (histórico, como anticipó este diario) que lo condena a 40 años por abusar de cuatro niñas que tomaban sus clases de artes marciales en Villa Marini, Santa Lucía, o en la sede de UPCN, Capital, como si fuera una noticia más. Y así cruzó en medio del tumulto periodístico que intentó sin éxito arrancarle una palabra. De todos modos, antes del veredicto realizó una encendida autodefensa de su ‘inocencia’ de esos hechos ocurridos entre 2003 y 2010. Así, por ejemplo, dijo que todo ‘es mentira’, que él es una ‘excelente persona’ y que es ‘incapaz de tocar un niño’, dijeron fuentes judiciales.
Pero no fue suficiente. Para los jueces Ernesto Kerman, Félix Manuel Herrero Martín y Juan Carlos Peluc Noguera (Sala II, Cámara Penal) hubo pruebas contundentes que acreditaron abusos gravemente ultrajantes en los cuatro casos, agravados además por el tremendo daño causado en la salud mental de las víctimas y porque todas estaban a su cargo cuando iban a sus clases.
Los magistrados consideraron también que en dos de esos hechos hubo acceso carnal, por obligarlas a que le practicaran sexo oral. Por eso fue que le aplicaron una condena temporal más grave (los castigos más duros son a cárcel perpetua) y sin precedentes en la provincia y una de las más severas del país, dijeron fuentes judiciales.
En su veredicto, los jueces ordenaron también investigar por el supuesto delito de falso testimonio a Elio Díaz Oliva. Y al propio Arena y al menos un pariente suyo, por un video pornográfico de una menor hallado en su computadora.
La condena fue un resultado que dejó conformes a las partes y, sobre todo, a las familias de las víctimas. ‘Se hizo justicia, valieron la pena estos años de lucha. Esto nos cambió la vida y debe servir para todos esos hijos de p… que hacen daño a la gente’, dijo una de las madres.
Tal como anticipó este diario, los abogados de las víctimas, Eduardo Cáceres, Juan Bautista Bueno de la Cruz y Sergio Názara, pidieron en su alegato 50 años de cárcel para Arena. La fiscal Alicia Esquivel Puiggrós solicitó 47 años de castigo al cabo de su alegato, en el que, como pruebas, resaltó el testimonio de las víctimas y el daño que les causaron: dos de ellas intentaron suicidarse; también hubo dos casos en que mostraban una suerte de fobia hacia figuras masculinas, como sus padres o sus abuelos.
También resaltó tres informes psicológicos (incluso uno ofrecido por Arena) sobre la personalidad psicopática con tendencia a la perversidad de Arena.
Arena fue detenido el 10 de marzo de 2010, luego de que una nena de 8 años revelara los abusos que sufrió en dos meses de clases. Así, se conocieron otros casos de chicas que dijeron haber sufrido idénticas situaciones cuando tuvieron 15, 12 y 10 años, respectivamente.
Ayer, la defensora Irma Alonso pidió su absolución. Y ahora pedirá a la Corte de Justicia que revise el fallo contra su cliente.

