Un colchón, ropa de tres niños y parte de una casa quemada. Un hombre golpeado y baleado, y otro detenido por el ataque. Ese fue el resultado ayer en la madrugada que dejó una vieja pelea entre vecinos con sus casas enfrentadas en el interior del barrio 7 Conjuntos, Chimbas. Y es que dos familias que se llevan mal desde hace tiempo, protagonizaron una vez más una pelea que casi terminó en algo mucho peor: supuestamente el sospechoso apresado, fue armado hasta la casa de una vecina buscando a su marido. La amenazó y la mujer huyó con sus tres hijos hacia la casa de su padre, situada a unas cuadras. Ahí el sujeto habría incendiado parte de su casa y se fue. Antes de llegar a su vivienda, fue interceptado por el padre de la mujer y allí, en medio de la trifulca, le habría disparado en un brazo, dijeron fuentes policiales. Después apresaron al presunto pistolero, aunque no secuestraron el arma utilizada.

Según Yésica Robledo (25), un vecino al que identificó como "El Gordo" Ochoa, rompió una puerta y entró a las 2 de ayer hasta donde dormía con sus hijos de 5 y 2 años y un bebé de un mes en su casa de la manzana B del Bº 7 Conjuntos. La joven relató que Ochoa y su marido, Julio Arroyo, habían discutido durante la tarde (no precisó el motivo) y le dijo a su pareja que se fuera "para evitar más problemas".

Pero los problemas siguieron. "El Gordo" -dijo- regresó con dos sujetos y la habría amenazado. En ese momento la joven huyó con sus hijos a la casa de su padre, Jorge Eduardo Robledo (63), quien vive a unas cuadras, contó Yésica.

"Me fui a la casa de mi papá y "El Gordo" Ochoa me prendió fuego a la pieza. Ya hemos tenido problemas con esa familia y le avisé a mi papá. Cuando lo vio, se agarraron a las piñas en la calle. A mi papá le pegaron por todos lados y cuando regresaba a apagar el incendio en mi casa, escuché dos tiros. Uno de esos le atravesó el brazo (en realidad el antebrazo) izquierdo", explicó la chica.

Después llegó una ambulancia y trasladó al herido al hospital, donde quedó internado. Mientras eso ocurría, la policía apresó a Miguel Ángel Ochoa (33), el supuesto pistolero, que se escondía debajo de una cama, dijeron fuentes policiales.

Para los pesquisas de la subcomisaría del Barrio Cipolletti, a cargo del caso, era claro que todo se trató de un presunto ajuste de cuentas y aclararon que esas dos familias ya habían tenido un episodio similar hace unos meses, donde el presunto pistolero apresado ayer habría baleado en un tobillo a uno de los hijos de Robledo, dijeron en la policía.