Casi una semana después del fuego que provocó enormes pérdidas al arrasar con árboles de variadas especies y de unos 80 años en la histórica estancia Guañizuil, Iglesia, la misma en la que vivió el caudillo fundador del bloquismo Federico Cantoni, otro incendio forestal volvió a provocar grandes daños en una finca. El agricultor Miguel Mini, estimó ayer que perdió al menos 5 millones de pesos por la destrucción de unas 25 hectáreas con 100.000 álamos que le llevaron 13 años de trabajo, otras 15 hectáreas de pasturas para la cría de animales, principalmente ovejas, y los alambrados de toda su propiedad, unas 60 hectáreas.
El cálculo para Mini surge de valuar en unos 50 pesos cada álamo que había plantado a través de un programa nacional de forestación que financia el Banco Interamericano de Desarrollo.
El hecho trascendió ayer pero ocurrió el viernes entre las 13.30 y las 21.30 en la zona de Monte Sur (unos 5 km al Sur de Rodeo). Y fue controlado por una brigada de emergencia del municipio de Iglesia con apoyo de vecinos y Alejandro Carrizo, de Parques Nacionales.
Mini asegura que, como todos los años, el fuego empezó en la finca Rufino, contigua a la suya, y que no fue posible controlarlo por el viento zonda.
“Queman para que vuelva el pasto, todos los años es lo mismo. Me quedé sin nada, tengo que cortar todo y empezar de cero, aunque no sé cómo voy a hacer para conseguir 70.000 y 80.000 plantas. Mi padre hace 40 años cultivaba álamos y lo seguimos nosotros, y no es justo que por una persona pase todo esto. Acá hay un responsable y vamos a buscarlo”, dijo ayer Mini.
El agricultor estaba molesto porque, según dijo, no hay una política para evitar el uso del fuego para desmalezar y tampoco un control de los perros, que hace un mes le mataron 35 ovejas dentro de su corral.
El día del incendio en la propiedad de Mini (también afectó un par de hectáreas en la finca de Varela), hubo otro incendio de riesgo en la zona de Arroyo Central, y al día siguiente otro más en el lugar conocido como El Coloradito, ambos en Colola, que dejaron como saldo quema de pasturas y árboles frutales, explicó Carrizo.

