Tras varios episodios de violencia intrafamiliar contra su pareja y su hija, Enrique Garcia fue sentenciado a abandonar el domicilio en el que vivía con ellas. El hombre poseía varias armas de fuego y no tenía permiso para portarlas.
Según fuentes judiciales, un grupo de uniformados se hizo presente en la casa de García -ubicada en el interior del barrio Santa Teresita (Sarmiento)- para concretar la medida de exclusión del hogar.
El personal policial, que ya estaba avisado de que García tení armas, lo inquirió al respecto. El hombre contestó que sí y les entregó una escopeta calibre 16 de un solo caño, un revólver calibre 32 largo, y un rifle de aire comprimido. Además de sus respectivas municiones.
Al ser preguntado sobre los permisos correspondientes para tener las armas, García no pudo responder, se puso nervioso, hasta que admitió que no tenía ninguna certificación. Será juzgado bajo Flagrancia.