El juez Guillermo Adárvez resolvió que Jonathan Alberto Flores (25) y su hermano de 17 años, propinaron las trompadas que destruyeron el hígado y le provocaron una hemorragia letal al pequeño Yuthiel Alejandro Castro, la madrugada del 8 de octubre pasado en la panadería que usurpaban en Arenales y Félix Pineda, en Villa del Carril, Capital. Y consideró ese crimen debía agravarse por alevosía pues la víctima jamás pudo defenderse: tenía apenas 1 año y 7 meses.
Por eso el titular del Tercer Juzgado de Instrucción les dictó prisión preventiva (al menor sólo lo declaró responsable) y les trabó un embargo de $300.000 pesos. Ayer, el defensor Gustavo De la Fuente anticipó que apelará.
El juez también dictó prisión preventiva a la madre de la víctima, Johana del Valle Castro (22) una joven dedicada a la prostitución y con problemas de adicción a las drogas que fue desligada del crimen, pero encontrada responsable de las lesiones leves y graves, agravadas por el vínculo, contra su hijo, como las de la zona cerebral por violentos zamarreos, o las marcas de sus mordidas en un muslo y un dedo de su bebé.
La muerte del niño parecía algo previsible. Cuando el médico forense examinó su cadáver, se topó con al menos 40 lesiones, aunque las más graves fueron la destrucción de sus intestinos, los hematomas en la zona cerebral, dos fracturas de distinta antigüedad en su antebrazo izquierdo, otra más en su cadera. Y la letal, el desgarro de su hígado por golpes de puño.
Jonathan Flores, su mujer y sus dos hijos usurpaban la panadería abandonada. En enero llegó Johana (ahora embarazada) con Yuthiel. Y una semana antes del crimen el hermano de Flores, que se hizo pareja de la detenida.
Para el juez Adárvez, a la hora en que el niño recibió los golpes letales, la madrugada del 8 de mayo pasado, los hermanos estaban a su cuidado. ‘Conclúyase que Jonathan Flores y su hermano son los autores del homicidio de Yuthiel Castro, toda vez que, si bien no es posible determinar cuál de los dos fue el que el que le propinó los golpes de puño mortales (…) cualquiera pudo hacerlo y el otro defender al niño. Como no lo hizo, consintió el accionar criminal’, aseguró el juez.

