Un detenido por el crimen del enfermero en el barrio Frondizi, en Concepción, Capital. Otro por el brutal asesinato del hombre (con identidad a confirmar) que fue baleado y luego quemado en Caucete. Ambas detenciones las concretaron ayer al mediodía los policías de Homicidios, y ahora las pruebas revelarán hasta qué punto esos detenidos están o no complicados en los resonantes homicidios, dijeron ayer fuentes de la investigación.
En lo que va del mes ocurrieron cuatro crímenes y las últimas detenciones implican que sólo uno de esos hechos, el del pensionado Mauro Camargo (72) sigue sin sospechosos a la vista. El anciano había sido muerto a golpes con un hierro en la madrugada del miércoles en su rancho de la Villa Flora, Rivadavia. El otro crimen, ya resuelto, ocurrió el 5 de este mes; es el de un joven que murió apuñalado por un vecino (detenido) en la Villa Mariano Moreno, Chimbas.
EL ENFERMERO
El espeluznante caso del enfermero Omar Olivares (42) en su casa del barrio Frondizi, Capital, tiene desde ayer un sospechoso tras las rejas. Lo único que trascendió es que su apellido es Lépez, y que fue capturado en Santa Lucía. Ahora el sujeto será sometido a un reconocimiento para ver si fue la persona que estuvo con Olivares en la tarde del miércoles. Ese día, un amigo de la víctima que vivía con él, dijo que se fue a las 15,30 porque justamente dejaba al dueño de casa con el presunto victimario, supuesto amante.
Después, el padre de Olivares y un gasista descubrían el cuerpo tendido en el piso, con los pies como si lo hubieran atado y desangrado, lleno de puñaladas. La autopsia revelaría luego que Olivares presentaba 13 heridas cortopunzantes superficiales en el tórax y el abdomen, similares a otras dos que tenía en su mano izquierda. Y cuatro profundas, una en una mejilla y otra en el costado izquierdo del cuello que le provocaron la muerte.
Por la presencia de esos 19 puntazos, los pesquisas creen que el homicida primero torturó a Olivares antes de matarlo, quizá como parte de una venganza pasional o para obligarlo a entregar algún botín que quería robarle. De todos modos no cierra porqué la víctima casi no se defendió.
EL QUEMADO
También al mediodía de ayer, los policías de Homicidios detenían por orden del juez Guillermo Adárvez (Tercer Juzgado de Instrucción) a una joven apodada "La Gatita" en el barrio Patetta, Chimbas. La sospecha es que esta joven conoce o tiene alguna vinculación con el crimen del hombre que, el 6 de octubre pasado, apareció muerto de al menos 6 disparos e irreconocible tras ser quemado a un costado de calle La Plata, en Caucete.
Los policías están convencidos de que el fallecido es el albañil Roberto Balmaceda (53), quien alquilaba un departamento en la Villa Storni, en Concepción, Capital, y desapareció de allí con su moto un día antes del crimen. Mientras esperan que un ADN confirme si es o no la víctima, avanzan sobre la hipótesis de que quizá alguna vinculación amorosa que sacó de quicios a otro amante o pareja de la joven.

