Más patrullajes y la instalación de una garita con custodia policial en las inmediaciones de Hipólito Yrigoyen y República del Líbano, en Rawson. Esos fueron los dos pedidos que realizó ayer un grupo de vecinos y comerciantes que se autoconvocaron (dicen que las víctimas son muchas más) en esa zona, cansados de los robos. La espontánea manifestación de esos vecinos surgió a raíz del violento asalto de 27.500 pesos a un quinielero el vienes último en el interior de su local. De no prosperar los petitorios, los comerciantes aseguran estar dispuestos a poner plata de su propio bolsillo para contratar adicionales que vigilen la zona.
El reclamo fue encabezado por Gustavo Ruades, un agenciero de 39 años, que el viernes pasado fue asaltado en su local. Eran las 17.45 de ese día cuando el hombre abrió su agencia, "Mi Porvenir", situada en República del Líbano, metros al Este de Hipólito Yrigoyen. Apenas ingresó, escuchó afuera la brusca frenada de una moto y cuando giró, se topó con un sujeto con casco que venía con el brazo levantado y empuñando un arma. Era un ladrón. Segundos después, Ruades recibió un cachazo en la cabeza y cayó al piso. Allí lo patearon mientras lo amenazaban con matarlo si no entregaba el dinero.
Otro cómplice ingresó al local y agarró un maletín en el que Ruades llevaba $27.500, mitad de la recaudación y mitad de su propiedad, explicó la víctima.
Pero no fue el único comercio de la zona que fue atacado. Boutiques, un locutorio, una panadería y un cyber fueron blanco de la delincuencia en los últimos tiempos. "Aquí no se salva nadie", ironizó Ruades.
Uno de esos blancos fue el parripollo que tiene Esteban Jofré (26) en la esquina de Líbano e Yrigoyen. El joven contó que la madrugada del martes pasado le robaron 120 kg. de pollo y otras cosas.
Otro lugar que fue asaltado fue la clínica odontológica que tiene un médico lindante a la agencia de quiniela. Los vecinos comentaron que hace dos semanas "motochorros" redujeron con armas a la empleada de ese lugar y le llevaron su celular y una computadora.
Ni los vecinos se salvan. Fabio Agüero comentó que a su mamá la asaltaron en esas inmediaciones cuando regresaba de hacer las compras en un almacén.
Y las críticas hacia la comisaría jurisdiccional, la 25ta., no tardaron el llegar. "Antes hacían recorridas, pero ya ni se los ve. Encima se tardaron como media hora en venir a mi agencia. Queremos una solución rápida y sino, tendremos que juntar plata entre todos para contratar adicionales que custodien la zona", señaló el quinielero.
