Iban a buscar algunas herramientas que habían desaparecido: una amoladora, un taladro y otros elementos que habitualmente se usan en la construcción. Pero los efectivos dirigidos por el oficial inspector Servat, de la comisaría 2da., se encontraron con que en el mismo galpón (ubicado en Avenida Rioja 1050 Norte) donde estaban almacenadas placas de yeso y premoldeados antihumedad, además de otros materiales de construcción, había 254 cajas conteniendo cada una 10 sachet de suero fisiológico, como el que se usa en los hospitales para las personas internadas. De inmediato, la Policía pidió la presencia de alguna autoridad de Salud Pública, para que tomara intervención en el hecho, presentándose el encargado de la División Farmacia, Mario Carmona.
"Desconocemos la procedencia de los sueros y su destino final -dijo Carmona- pero independientemente de ello, no están almacenados en las condiciones mínimas de higiene y seguridad que se requieren. Están en contacto con sustancias que son altamente contaminantes y la temperatura en este galpón obviamente no es la más adecuada para almacenar sachet de sueros", explicó.
La denuncia fue radicada por el dueño del galpón, cuyo nombre no fue proporcionado por la Policía, quien avisó de la desaparición de las herramientas que guardaba en ese lugar, donde también almacenaba mercadería un comerciante foráneo, de apellido Ortiz, que resultó ser el dueño de los sueros. Un nuevo allanamiento, esta vez en la oficina de venta de insumos hospitalarios que Ortiz posee en los altos de Laprida y Avenida España, deparó otro hallazgo inesperado: allí se encontraban las herramientas que había denunciado como perdidas el dueño del galpón, además de 15 celulares nuevos, martillos y linternas. Según la investigación, Ortiz no pudo explicar con ninguna documentación la procedencia ni el destino de los sueros. Por el tipo de packaging, se trataría de elementos de uso hospitalario, ya sea público o privado, y ahora se estaría investigando si esos mismos sueros están en el Hospital Marcial Quiroga o en alguna dependencia de Acción Social. "No me consta que estos sueros estén en el Marcial Quiroga o en otro Centro de Salud", afirmó al respecto el ministro de Salud Pública, Oscar Balverdi.
Por ahora, el caso está en manos del juez de Faltas Horacio Morando, quien podría disponer en las próximas horas el retiro de los sueros del galpón y su posterior destrucción, ya que al estar mal conservados, no son aptos para ser utilizados en la hidratación de personas enfermas o como vehículo de otros medicamentos por vía endovenosa. Pero también puede suceder que el juez Morando decida trasladar la causa a un juzgado Correcional o de Instrucción, en el marco del artículo 201 del Código Penal, lo cual complicaría la situación del comerciante que guardó los sueros en el galpón.