No es una Toyota, pero al igual que las otras camionetas apareció abandonada en la calle. Es una 4×4 Ford Explorer que fue encontrada ayer en la siesta en el estacionamiento frente al Mercado de Abasto de Capital. No tenía motor ni chapa patente, y se descubrió que era robada. Para los investigadores es otro vehículo más, como otros 5 encontrados en los últimos días (en total hay 12 vehículos secuestrados), que alguien quiso sacarse de encima para no quedar involucrado en el caso de la "Mafia de las 4×4". Todos buscan cómo zafar. Como el mecánico ullunero detenido, que durante su indagatoria intentó desligarse diciendo que sólo hacía "changas" en la bodega Ansilta, reparando los vehículos y realizando transporte en época de la cosecha, y que esa era la única relación con el principal sospechoso, Guillermo Criscuolo.
El hallazgo de la camioneta Ford Explorer fue en horas de la siesta. La policía recibió el llamado de algún vecino que alertó sobre la presencia de ese vehículo. Llamó la atención porque estaba mal estacionado en la playa del Mercado de Abasto, sobre calle 25 de Mayo, casi Patricias Sanjuaninas. Como si lo hubieran dejado ahí a las apuradas. Las puertas estaban sin llave. Le faltaba el motor y no tenía patente. Los peritos después tomaron el número de chasis y cuando pidieron información al Registro Nacional del Automotor descubrieron que esa camioneta estaba denunciada como robada en Buenos Aires a principio de año, dijo un jefe policial.
En la jornada de ayer también continuaron con los operativos. La Brigada de Investigaciones allanó nuevamente la firma Rosa 4×4, en calle Juan Jufré, Concepción, y luego la empresa Semisa, en Urquiza cerca de Córdoba, también en Capital, dijeron fuentes judiciales y policiales. En esos lugares se secuestró material contable y también las computadoras para analizar los registros y archivos.
Al mediodía se prosiguió con las indagatorias en el Quinto Juzgado de Instrucción. Fue el turno del mecánico Gustavo Olmos, que fue indagado por los delitos de participación principal en asociación ilícita, falsificación de sellos, timbres y marcas, y encubrimiento, según confirmó su abogado Horacio Merino. Se sospecha que él era cómplice de Guillermo Criscuolo y trabajaba desmantelando los vehículos o cambiándole los números de motor y chasis.
Muy por el contrario, en su declaración, Olmos sostuvo que hacía "changas" de vez en cuando para Criscuolo cuando necesitaba reparar las máquinas o las dos camionetas de la bodega Ansilta, explicó su defensor. También habría dicho que junto a su padre realizaban el transporte -tienen dos camiones- de uva durante la cosecha. Supuestamente esa era toda la relación que tenía con el prófugo y con eso intentó despegarse de los cargos que le imputan, aún así se dispuso que continúe preso. Anoche declaró Natalia Vignoli, ex esposa de Criscuolo, y también sigue detenida. A ella la detuvieron porque le secuestraron una camioneta Toyota Hilux que supuestamente no tiene documentación, según datos policiales. También creen que sabía de las maniobras ilícitas de su antigua pareja.

