La suerte de Eduardo Justo Ahumada (41 años, alias ‘Cocó’) quedó sellada apenas subió a un colectivo en el cruce de Benavidez y Rawson, Capital. Habían pasado unos minutos de las 22 del martes, cuando un pesquisa de Homicidios que circunstancialmente viajaba en la misma unidad, lo reconoció. Y desde entonces no lo perdió de vista: ese policía de civil sabía que Ahumada tenía un pedido de captura de la Justicia federal mendocina, por su vinculación al hallazgo de unos 14 kg de cocaína el 7 de septiembre de 2011 en la zona de Jocolí, Mendoza.
La versión policial es que, durante el viaje, ese investigador pidió apoyo, y cuando el prófugo bajó en el cruce de Libertador y Caseros, fue detenido en el momento en que se acomodaba de espaldas contra un poste para esperar otro micro, supuestamente uno que lo llevaría a Pocito.
Sin embargo de ahí no pasó y ahora espera que los policías mendocinos vengan a llevárselo por un caso resonante de drogas, el que lo puso tras las rejas aquella noche del 7 de septiembre, cuando cayó con su amigo de andanzas, el narco Hugo Orlando Zabaleta, a bordo de un Peugeot 308. Según fuentes policiales, esa vez viajaban detrás de un Rastrojero guiado por un mendocino, la ‘mula’ que habían contratado para cruzar la droga de Mendoza a San Juan, dijeron fuentes policiales.
Esa vez ambos sospechosos negaron de plano cualquier vinculación a la carga de droga, pero las escuchas los complicaban seriamente. Por esa y otras pruebas, ambos fueron procesados, pero luego consiguieron ser excarcelados bajo fianza.
De todos modos, las autoridades judiciales revocaron ese beneficio, pero sólo Zabaleta había sido localizado: lo recapturaron policías de la Seccional 2da el año pasado. Ahumada en cambio siguió manejándose en la clandestinidad, hasta el martes en la noche.

