Eran como las 10,30 de ayer y Carlos Alfredo Cano estaba a punto de ponerse a limpiar con un gancho las basuras en la parrilla de la planta de tratamiento de líquidos cloacales cuando descubrió, flotando, la inconfundible imagen de huesos de costillas. Minutos más tarde, personal de Bomberos se metía a esa cámara y sacaba en una bolsa los restos de ese torso (sin cabeza ni extremidades) y otro hueso largo, presuntamente de un brazo. El hallazgo causó conmoción, porque es la parte importante de un cuerpo humano que seguramente (lo confirmará un ADN) es de Rodrigo Muñoz, el joven de 26 años, padre de un nene de 3, que cayó a la cañería cloacal el pasado 19 de marzo.

El hallazgo de ayer se suma a la bota con un pie encontrada en la misma parrilla el pasado 10 de mayo. Y al carnet de la firma constructora para la que la trabajaba Muñoz, hallado dos días después. Para entonces Bomberos y personal de OSSE habían rastrillado los 5 km. de cañería (desde cayó hasta la planta en el Bajo Segura, ver infografía) sin encontrar nada. Y tampoco encontraron nada luego de rastrillar otra vez con cámaras de video especiales traídas de Buenos Aires y Mendoza.

Esa situación llevó incluso a decir oficialmente que en ese tramo del sistema cloacal no estaba Rodrigo, y en la calle hasta circulaba la versión de que el joven estaba vivo y que el compañero que se metió a salvarlo y, de milagro no corrió la misma suerte, mentía.

Ahora la pregunta está en saber si se seguirá o no la búsqueda, porque con los huesos rescatados de la cloaca se confirmó la muerte de Rodrigo por un aparente homicidio culposo en un accidente laboral.

Oficialmente no hubo pronunciamiento al respecto. Ayer la juez del caso, Mónica Lucero (Tercero Correccional) se limitó a decir que habrá un estudio de ADN para confirmar si los huesos son o no de Rodrigo, que la causa está en estado de resolver sobre el capataz sospechado de ordenarle a Rodrigo a meterse en la cañería. Y a "valorar el trabajo de Bomberos.

"Quiero destacar el trabajo de Bomberos, porque más allá de la orden (de buscar) continuada en el tiempo, el trabajo profesional y la vocación de servicio son altamente valorables. No debemos olvidar el trabajo de cada uno de los que ingresaron a la cloaca, incluido el propio jefe, Rogelio Alcayaga", dijo ayer la juez.

Apenas supo del hallazgo, Norma Muñoz y la pareja de Rodrigo, Erica Olmos, lloraron por enésima vez en la planta. Y por enésima vez reclamaron que la búsqueda no termine.