Terrible sorpresa se llevó una mujer cuando fue a visitar a su hermano en Navidad: lo halló sin vida en su habitación, tirado boca abajo a un costado de la cama, vestido solamente con un pantalón corto y con los pies como si hubieran explotado. Muy cerca del cuerpo, un alargador que siempre utilizaba para cargar el celular, con algunos cables pelados y enchufado a un tomacorriente ennegrecido por un cortocircuito. Los ingresos de la casa no estaban violentados y adentro no había desorden ni alguna evidencia que llevara a sospechar de un ataque de ladrones. Es por eso que todos los caminos apuntan a que el hombre se electrocutó, indicaron fuentes policiales y desde la familia.
El fallecido fue Ariel "Perico" Espina, de 43 años, padre de dos hijos. Era conocido en el ambiente de la música porque por muchos años formó parte de la banda del famoso cuartetero Roberto "el Yeyo" Sosa. Alejado del güiro, su instrumento preferido, en los últimos años se dedicó a hacer changas como pintor, dijo su pareja, Silvia Paredes, con quien estaba desde hacía 4 años, pero sin convivir.
La hermana del hombre se topó con la macabra escena a eso de las 21 del pasado martes, cuando fue a verlo a su casa en Maipú 54 Oeste, en la Villa Hipódromo, Rawson, intrigada porque no había ido a recibir la Navidad con el resto de la familia. Pudo entrar porque el hombre siempre escondía un juego de llaves afuera de la vivienda, pues sufría convulsiones (por eso cobraba una pensión) y tenía miedo que le diera algún ataque y no pudieran entrar para ayudarlo. La mujer de inmediato llamó a la Policía y a los pocos minutos llegaron los efectivos de la subcomisaría Villa Hipódromo para constatar el deceso.
Según los investigadores, Espina habría muerto antes de Nochebuena. La última que lo vio fue justamente Paredes, quien estuvo junto a él hasta aproximadamente las 17 del último lunes. A esa hora se fue y al día siguiente no pudo ir a verlo porque vive en Pocito y ese día feriado no había colectivos, indicó. "Todavía no puedo creerlo… que se haya muerto así. Yo venía todos los días, me da mucho dolor saber que no pude hacer nada", se lamentó la mujer, al borde del llanto.
El cuerpo fue trasladado a la Morgue Judicial para la autopsia, que será clave para confirmar o no si fue una descarga eléctrica lo que terminó con sus días y para que un juez resuelva si debe o no archivar el caso.