Una familia que hace dos años sufrió un violento asaltado a mano armada en su casa en Rawson volvió a caer en desgracia por otro ataque delictivo. Ahora, delincuentes entraron a su nueva casa en Santa Lucía y le robaron 300.000 pesos en efectivo, cheques, artefactos y costosos instrumentos musicales. El jefe del hogar está pensado en armarse.
“Vivir otra vez esto es tremendo. Y provoca un trauma para toda la familia, en especial en los chicos y eso me preocupa. Voy a empezar a hacer el trámite para ser portador de arma porque tengo que proteger a mi mujer y a mis hijos”, aseguró Nazareno Oviedo, quien es puestero en el mercado y vendedor de autos.
La familia ya había tenido una terrible experiencia el 7 de octubre de 2015. Aquella vez, dos encapuchados irrumpieron en su casa en la calle Estado de Israel, Rawson, en el momento en que Oviedo salía a trabajar. Los asaltantes redujeron al puestero y persiguieron a su mujer por el interior de la casa, la golpearon y la encañonaron, mientras que sus hijos se refugiaron en sus habitaciones. El botín fue importante para ese entonces: les robaron 60.000 pesos, documentación, una notebook y dos celulares.
Ahora bien, cuando los Oviedo parecían olvidar ese episodio, la delincuencia los golpeó otra vez. Este fin de semana, desconocidos entraron a robar a su nueva casa en el Loteo Doña Pilar, en Santa Lucía. Destrozaron una ventana trasera. Fue durante las horas en que todos estaban afuera. Su mujer después llegó a las 22 y apenas entró escuchó el ruido de los delincuentes que huían por los fondos. “No sabemos si fue una vendida o algo ocasional”, señaló Oviedo. Y es que los delincuentes dieron con los 300.000 pesos en efectivo que el dueño de casa venía ahorrando para una operación. También se llevaron cheques por 120.000 pesos, dos flautas traversas y un saxofón que eran de sus hijas y dos consolas de juego de Play Station III y IV.