"Como padre que hablen mierda de mí, pero de la empresa no porque no tuvo nada que ver", dijo Sergio Vera (59), padre del joven de 27 años que este jueves envolvió en un escándalo a la Cochería San Ramón, pues circulaba en una combi de la empresa con unos 75 gramos de cocaína y una importante suma de dinero.

El hombre es empleado de la sucursal que la funeraria tiene en Jáchal. Este jueves vino a Capital por un trabajo, se encontró con su hijo Franco (27) y el joven le pidió si podía irse con él a Jáchal para visitar a su pareja, que vive allá.

El empleado de la funeraria jura que no sabía que su hijo tenía droga. "Me dice "Che, vamos a Jáchal" y yo como padre no se lo negué. Estoy decepcionado pero quiero dejar en claro que circunstancialmente estaba conmigo en la combi de la empresa, la funeraria no tiene nada que ver en esto", insistió.

Fueron los pesquisas de la Agencia Federal Cuyo de la Policía Federal los que sobre el mediodía de este jueves, al parecer siguiendo algún dato, interceptaron el vehículo en Avenida Rawson, metros al Sur de Bernardo O’Higgins, en Capital.

La escena que siguió fue un tanto insólita: policías bajando ataúdes y revisando con un perro experto en detección de drogas. Sin embargo, en los elementos de la funeraria no hallaron nada. Franco Vera tenía la bolsa de cocaína en sus partes íntimas.

"Han revisado todo lo de la empresa y no han encontrado nada. A la droga no sé de dónde la sacó, si la vende, si la consume, había estado en una peluquería, yo no sé. Lo único que yo sé es laburar, en Jáchal me conocen todos, tengo 27 años en la empresa", sostuvo el padre.

Dijo además que su hijo trabaja como changarín, que nunca había estado preso y que hasta hace poco estuvo haciendo deporte, precisamente ciclismo.

A Vera lo tuvieron demorado algunas horas, "pero me soltaron porque no me encontraron nada".

Los federales además secuestraron $30.000 en efectivo "que es plata de la empresa". Y ahorros personales del empleado: 1.000 dólares y 100 euros.