Cuando Cristian Alejandro Luna Castro terminó la secundaria en la escuela agrotécnica Manuel Belgrano, en Jáchal, tuvo claro qué haría con su futuro: entraría a Gendarmería le dijo a su padres. Y así lo hizo, igual que su hermana. Con 25 años, en pareja y con una beba de 3 meses, la vida de Cristian empezaba a nutrirse de nuevos rumbos, hasta que la muerte lo sorprendió en pleno cumplimiento de su deber. El último domingo, a las 15, Cristian y un compañero, el cabo Fernando Cruz, recorrían caminos como parte de su trabajo en el escuadrón de ‘Seguridad Vial Noreste‘, cuando pararon para auxiliar a una pareja que había volcado en un Ford Focus. Ese siniestro había sido el resultado de dos razones: una física, la intensa lluvia en la zona, y otra humana, la elevada velocidad con que el conductor había encarado una curva en la mano hacia Capital Federal de la autopista Panamericana, en la ciudad bonaerense de Campana.
Ambas personas terminaron con lesiones menores, pero entonces vendría lo peor: otro vehículo, un Renault Megane conducido por un porteño, también pasó de largo en esa curva, embistió a los gendarmes, a la Fiat Fiorino en la que patrullaban y también al otro auto que había volcado, publicó el diario digital ‘Campana Noticias’.
Y entonces el desastre empezó a contarse por bajas humanas. El conductor del Megane, Guillermo Porto, no sobrevivió al impacto y falleció en el lugar. También el cabo Cruz. Cristian fue trasladado en grave estado a un centro de salud, pero las dañinas lesiones en su cuerpo no le dejaron chances.
Cristian era el segundo de los seis hijos que tuvieron sus humildes padres Luis Mario Luna y Antonia del Carmen Castro. Los restos del joven fueron velados algunas horas en Campo de Mayo y luego trasladados vía aérea hasta San Juan. El martes, lo velaron en las instalaciones del club San Roque, en Jáchal, y luego fue sepultado en el panteón de Gendarmería en el cementerio municipal.

