La casa está hecha de cañas y barro. En los cuatro ambientes de la vivienda viven desde hace 17 años, Oscar Castro (34 años, jornalero), su mujer, María Vega (35), sus 8 hijos (de entre 10 meses y 18 años) y una nietita, de casi un año. La familia es humilde y desde hace dos meses no tienen energía eléctrica, por lo que se alumbran en las noches con velas. "Soy el único sostén económico y no me alcanza para los servicios, por eso nos cortaron la luz", comenta Castro. Ayer en la madrugada, una de esas candelas se derritió arriba de un ropero y casi provoca una tragedia en esa vivienda del Lote Hogar 39, Pocito. La vela originó un incendio donde duermen los hijos más grandes del matrimonio y por suerte, uno de ellos se despertó y dio la alerta al resto de la familia para que escaparan entre el denso humo. Unos vecinos se arrimaron y extinguieron el fuego antes de que se propagara. El saldo: una habitación dañada, 3 colchones, frazadas, ropa y un ropero destruidos y 6 de los chicos, internados por unas horas por un principio de asfixia, informó Castro y fuentes de la policía.
Todo ocurrió alrededor de las 3:15 en la casa 7 de la manzana "D" de ese Lote Hogar. A la hora del incendio, el matrimonio y los 9 chicos dormían. "Mi hijo mayor estuvo hasta tarde con los amigos y parece que cuando volvió, prendió la vela y se quedó dormido", comentó Vega.
Franco (15) fue quien se despertó por el intenso calor y vio como el fuego se propagaba rápidamente. De inmediato, corrió a los gritos y su familia pudo salir a tiempo. Una decena de vecinos llegaron y controlaron el siniestro hasta que llegaron los bomberos y dominaron la situación, contó la mujer.
"Doy gracias a Dios que mi hijo se despertó y que pudimos salir a tiempo", afirmó agradecida María Vega.

