Nelson Silva hizo lo que un padre furioso hubiera hecho, salir en defensa de su hijo. No iba a dejar que le robaran así nomás la bicicleta al muchachito. Así fue que salió a lo guapo a la calle, dispuesto a recuperarla, sin saber lo que le esperaba. Fue un enfrentamiento desigual. Cinco contra uno, hasta hubo armas de por medio. El obrero metalúrgico no salió vivo ayer de madrugada de esa reyerta en una calle de barrio Las Viñas, Santa Lucía. Le dieron tal paliza que lo mataron, dejándolo tirado en una acequia.
Marcos -el hijo- que en vano fue a buscar ayuda, cuando regresó encontró a su padre Nelson Javier Silva (40) moribundo al costado de la calle América, entre Lima y Larraín. "Lo toqué y todavía tenía pulso, pero en ese instante ya no se movió más", relató el jovencito que hoy, justamente, cumple sus 18 años. Después llegó una patrulla policial y a los minutos lograron identificar a los agresores. Anoche, los investigadores de Homicidios ya tenían detenidos a dos de los cinco presuntos asesinos: Pedro Manuel Cabanay (54) y Ricardo Ariel Ocampo (30), revelaron fuentes policiales.
Todos se conocían, al menos de vista porque son de la zona. Los Silva son de Villa Pueyrredón y los agresores serían del barrio Las Viñas y Villa Marini. Según contó el propio Marcos Silva, él había ido en bicicleta a comprar una gaseosa a un almacén cerca de la esquina de América y Larraín en Las Viñas. Ahí se cruzó con un grupo de hombres que estaba tomando. Dos se le acercaron y lo hicieron parar. En eso uno le pegó con un revólver en la cabeza y otro le quitó la bicicleta, contó. "Andate antes que matemos", le dijeron, según su versión.
Marcos no pudo hacer nada y regresó corriendo a su casa, que queda a tres cuadras del lugar. Entró y le avisó a su padre que le acababan de robar la bicicleta en el otro barrio. Nelson Javier Silva, con toda su bronca, salió en compañía de su hijo a buscar a los ladrones. Él no era del ambiente delictivo, simplemente un obrero independiente que hacía trabajos en metalúrgica y reparaba caños de escapes. Eso sí, parece que era temperamental, tenía buena estatura y era corpulento, según datos recogidos por la Policía.
Hay versiones policiales que indican que Silva llevaba un revólver. Poco le sirvió eso, cuando minutos después de las 3 de la madrugada de ayer se encontró frente a frente con esos cinco sujetos en una esquina del barrio Las Viñas. Marcos contó que, en principio, uno de los hombres le dijo: "querés la bicicleta. Ahí está, llevatelá…Cuando mi papá se acercó para sacarla, le pegaron una piña en la cara y lo tiraron. Todos se le fueron encima. También nos largaron un tiro, pero no sé cómo no nos pegó", explicó el jovencito. Como sabía que estaban en desventaja, Marcos escapó corriendo con la idea de buscar a sus vecinos para volver a salvar a su padre.
Nelson Silva aparentemente se defendió como pudo, pero la golpiza fue tremenda. A los minutos regresó Marcos junto a un vecino y encontraron al obrero en el piso, ya no respondía. Los agresores habían desaparecido. Luego apareció una patrulla policial y más tarde una ambulancia, pero Silva estaba muerto. Su esposa y su otro hijo, Daniel, llegaron después y se dieron con ese cuadro dramático.
En el lugar no se encontró ni armas ni ningún otro elemento contundente, comentó un jefe policial. Los policías de Homicidios, a cargo del comisario Carlos Vallejo, hablaron con el hijo de la víctima y no tardaron en individualizar a los presuntos asesinos. Los primeros en caer, en horas de la madrugada, fueron Cabanay y Ocampo. En la mañana, hallaron la bicicleta de Marcos Silva abandonada en un baldío de un loteo cercano. Anoche, la Brigada de Investigaciones seguía haciendo allanamientos para detener a los otros tres sospechosos.

