La fiscal de Cámara Penal, Marcela Torres, pidió que la Corte de Justicia revise y anule el fallo por el cual, el 30 de mayo pasado, el sacerdote Walter Andrés Bustos fue condenado a 1 año y 8 meses de cárcel por un caso de "abuso simple" contra un joven, y absuelto por el beneficio de la duda con relación a los abusos contra un hermano mayor de ese muchacho, dijeron fuentes judiciales.

Esos hechos habían sido denunciados el 28 de agosto de 2018 y dos días después el sacerdote se entregó y quedó preso. Pasó encerrado casi un año y medio hasta que un tribunal revisó el procesamiento que le dictaron por graves abusos sexuales contra tres hermanos, le modificó los delitos que le atribuían, sobreseyéndolo en un caso, quitándole agravantes (como el de ser ministro de un culto religioso) y permitiéndole así, con una calificación más leve, su excarcelación.

Según fuentes judiciales, la fiscal consideró "arbitraria", con "fundamentación aparente" y "contradictoria" la sentencia del juez Víctor Hugo Muñoz Carpino (Sala I, Cámara Penal). Y en su reclamo insistió en que las víctimas fueron los dos hermanos y por delitos más graves, pues eso -entiende- es lo que se desprendió de la prueba conocida en el juicio.

Durante ese debate, la fiscal volvió a acusar al cura de cometer abusos sexuales gravemente ultrajantes, agravados por el grave daño en la salud mental de las víctimas (el menor aún está en terapia) y por ser ministro de un culto religioso. Al cabo de sus alegatos, pidió 9 años de condena.

Entre las contradicciones que Fiscalía le atribuye al juez en su fallo, sobresale el hecho de que una misma psicóloga fuera valorada como prueba clave de que los abusos padecidos por el menor de los hermanos existieron y, a la vez, declarara nulo un tramo del abordaje de esa profesional realizado al mismo joven, indicaron. Según las fuentes, para el magistrado hubo dudas de los ataques al hermano mayor, porque en un video que se realizó luego de la denuncias de los tres hermanos, se los ve en un baile concretando roces y tocamientos con el religioso, cuando lo normal hubiera sido rechazar cualquier tipo de contacto con él.

Para Fiscalía, ese acontecimiento no invalida el testimonio del joven, ni la valoración psicológica de su testimonio. También consideró que debe aplicarse el agravante de ser ministro de un culto religioso, porque tanto las víctimas como todo el entorno familiar percibían su liderazgo espiritual y su influencia a causa de esa posición. Justamente, por su condición de sacerdote fue que nada dijeron pues temían que no les creyeran. Todo estalló, sin embargo, cuando el menor de ellos (tenía 15 años) fue sorprendido manoseando a una primita. Y al preguntarle por ese episodio, dijo que el cura le hacía lo mismo desde que tenía 9 o 10 años. Tras esa denuncia, recién se animaron a hablar sus hermanos. Sus dichos, sin embargo, provocaron otra dolorosa consecuencia, pues su padre les creyó. Su madre y el resto de la familia del cura, creen que mintieron.

 

  • Detenido por otro "caso de abuso"

Mientras era juzgado en la Sala I de la Cámara Penal, acusado de abusar de dos hermanos, el cura Bustos fue denunciado por un joven de Valle Fértil, que dijo haber tenido sexo con él cuando tenía 15 años y ponía la denuncia porque supo que los anteriores denunciantes eran tratados de mentirosos y él sabía que eso no era así, porque le pasó lo mismo. Por ese hecho, el religioso fue nuevamente detenido el 17 de mayo pasado y actualmente cumple dos meses de prisión preventiva domiciliaria y con pulsera electrónica por esa causa. A través de su defensa, Bustos intenta probar que el joven vallisto miente y recibió dinero de parte de la familia de los anteriores denunciantes para perjudicarlo.

Durante la investigación de la causa, fue allanada la sede del Arzobispado en busca de pruebas para saber si intentaron tapar todo (eso dijo el denunciante). Y actualmente Fiscalía debe decidir si pide que un juez del Tribunal Diocesano declare como testigo, o como imputado de algún delito por no haber puesto el caso en conocimiento de la Justicia.