Una ama de casa, madre de 7 hijos de entre 10 y 23 años, murió ayer al mediodía al ser arrollada en su moto por un chofer del interno 6 de la línea 16 de la empresa Mayo en un tramo angosto y sin banquina de calle Aberastain, entre 15 y 16, frente a la Villa San José, Pocito. Los ánimos de los parientes de la víctima y de los vecinos se caldearon rápidamente porque aseguraron que los choferes de esa empresa manejan a diario rápido e imprudentemente. Por eso, luego del accidente varios apedrearon el colectivo y alcanzaron a romper una ventanilla mientras Ezequiel Páez (25), el chofer, aún se encontraba adentro, preso de una crisis nerviosa, informaron fuentes policiales.

La reacción vecinal parecía llegar a su fin, cuando un policía de la Motorizada II desató el caos: sus colegas de la Guardia de Infantería escoltaban el colectivo y el chofer hacia la Seccional 7ma bajo insultos y algunas pedradas. Y entonces apuntó su Itaka contra un grupo de vecinos y les disparó con postas de goma y se fue. Ahí la bronca vecinal no se hizo esperar contra sus compañeros, ya que la gente los apedreó y éstos respondieron a los tiros. El saldo de la batahola: una mujer herida en el cuello con perdigones de goma, un oficial de la Comisaría 7ma que acompañaba a Páez con cortes en su rostro y otro del Cuerpo Especial de Vigilancia con la mandíbula fracturada de un piedrazo, informaron en la Policía.

Lorena Ramona Martínez tenía 41 años y ayer había salido en su moto Maverick 125cc a comprar carne y verduras para hacer el almuerzo, contó Paola, su hermana. La víctima fue al almacén, después estuvo en la casa de una cuñada, luego enfiló hacia lo de una comadre que vive cerca pero unos 15m antes de llegar, ocurrió la desgracia. Carlos Paz, vecino de la fallecida y testigo del choque, contó: ‘ella circulaba al Sur y el colectivero venía rápido y por eso no pudo frenar a tiempo (había una frenada de unos 60 m). La chocó de atrás. La moto salió para la orilla (Oeste) y la señora cayó debajo del micro. Todos los días estos tipos pasan rápido por aquí, no respetan nada. No tenemos mascotas porque las atropellan y ya el año pasado casi mataron al hijo de una señora de la misma manera’.