Furia. Gran parte de las ventanillas del micro terminaron rotas por las pedradas que tiraron los vecinos. También intentaron golpear al colectivero, pero la Policía lo evitó.

 

Los familiares de Darío Fabián Videla (16) están que arden contra el colectivero que lo chocó y mató, a menos de 100 metros de su casa del Barrio Huarpe, en Pocito. "No entiendo cómo el colectivo se mete por un barrio, esto no debería haber pasado. Además iba sin luces", dijo ayer Cristian, tío de la víctima. El chofer de la Empresa Mayo había terminado el recorrido de la línea 15A y para retomar el circuito cortó camino por el interior de ese barrio, una maniobra no prohibida que varios acostumbraban a hacer y que esta vez terminó en tragedia.

Ocurrió sobre las 21.30 del último martes, cuando el colectivero (en la Policía se negaron a identificarlo) circulaba por la calle Frias en dirección al Norte. Al llegar a una de las esquinas del barrio, no pudo hacer nada para evitar impactar la moto Zanella 50cc de Videla, que salió por una de las proyectadas rumbo al Oeste. El choque fue violento y el chico terminó muy malherido contra un pimiento. Lo que siguió después fue dramático, porque algunos vecinos quisieron golpear al chofer y apedrearon la unidad, que terminó con varias ventanillas rotas, dijeron en la Fuerza. El motociclista fue trasladado en ambulancia hasta el Hospital Rawson, donde nada pudieron hacer por salvarlo y alrededor de las 2 de ayer falleció.

La víctima había salido a probar su Zanella 50cc que acababa de terminar de armar.

"Esa línea viene por la San Miguel (Hipólito Yrigoyen), después dobla por la 6 y termina en el Camping El Paraíso. Pero después se viene por acá para cortar camino, para evitar el semáforo de la 6 y Lemos. Por acá no tiene por qué entrar, por más que no vaya de servicio, esto es un barrio, siempre hay niños en la calle, es un peligro", expresó Margarita, otra tía del fallecido, quien también denunció que "el micro venía con las luces apagadas, después del choque las prendió. Y también muy rápido, antes del impacto le hacían con la mano que bajara la velocidad. Podría haber sido él o cualquier otro niño, no puede haber pasado así como ha pasado".

La víctima era el segundo de 7 hermanos y trabajaba con uno de ellos en la construcción. El lunes había comprado algunos repuestos para la moto y minutos antes del siniestro la había terminado de armar. "Salió a probarla, dio una vuelta nada más", dijo su tío. "Acá era muy querido, muy buena persona, nunca ha sido un niño de problemas, siempre con muchas amistades. Queremos justicia", coincidieron en la familia. Fuentes policiales dijeron que tenía varios ingresos en la seccional 6ta.