Un tribunal resolvió ayer que sólo un joven, menor al momento del hecho, fue el único responsable de violar en su agonía y matar a golpes (quizá con una pala) a una mujer con alteraciones mentales para salir impune, pues la víctima lo conocía: le alquilaba a la familia de ese joven unas viejas habitaciones de adobe en el fondo de su casa en el Lote Hogar 35, en Pocito, en julio de 2011.

Ahora, la Justicia de Menores definirá si ese imputado Juan Ignacio Navea (19, en principio libre hasta que un ADN reveló que él violó a la víctima) debe ser tratado por su adicción a las drogas y, lo más importante, si debe ser condenado como un mayor, recibir una pena en grado de tentativa por ser menor e incluso ser absuelto. Esas tres alternativas están previstas por ley.

El fallo de Raúl José Iglesias, Juan Carlos Caballero Vidal (h) y Silvia Peña Sansó de Ruiz (Sala I, Cámara Penal), causó indignación (ver ‘Es una vergüenza’) en los familiares de la víctima Elsa Sánchez (54) pues esperaban que el hermano de Navea, Carlos Ramón (22) y el padrastro de ambos Ricardo Tejada (45) fueran condenados a perpetua y no liberados por el beneficio de la duda, como sentenció el tribunal.

La semana pasada, en los alegatos, el fiscal Gustavo Enrique Manini había pedido que declararan responsable a quien era menor, tal como sucedió ayer. Pero consideró que su hermano mayor y su padrastro debían recibir el máximo castigo como coautores del grave abuso y de un homicidio triplemente agravado: por hacerla sufrir, porque se cometió para ocultar otro delito y por el número de atacantes.

En opinión del fiscal, se había probado que los tres ingresaron a la casa de la víctima la noche del 23 de julio de 2011. La mujer fue hallada recién el 28 de julio, por aviso del mismo Carlos Navea quien dijo haber entrado para que les ‘largara’ la luz, pues ella tenía la llave del suministro a quienes le alquilaban. Elsa Sánchez fue encontrada ensangrentada, violada y sin vida, con fracturas en su cabeza y sus costillas. La pésima relación con sus inquilinos o la posibilidad de que hubiera cobrado unos $9.000 de herencia (eso no era así), fueron citados por fiscalía como posibles móviles del ataque.

A su tiempo, los defensores alegaron que no se exploraron otras líneas de investigación, como la mala relación de la mujer con otras personas, incluso con sus propios hijos. Y luego de cuestionar la acusación, pidieron la absolución de sus defendidos, salvo la defensora oficial del menor de los Navea quien argumentó que la relación sexual pudo ser consentida.

El fallo no está firme. Luego de que el tribunal de a conocer sus argumentos, el próximo 18 de diciembre, las partes tendrán 10 días hábiles para decidir si piden a la Corte que revise el fallo.