Para la policía no hay indicios de que la herida letal en la cabeza sea fruto de un ataque a causa de un robo: la víctima era muy pobre, no cobraba ninguna pensión ni recibía otra ayuda estatal en dinero; además, cuando revisaron su humilde rancho, hallaron la puerta atada con un alambre y todo en orden. Tampoco creen que se trate de una agresión por una pelea ocasional: según la policía, los vecinos refirieron que la víctima no era de emborracharse, hacer juntaderas ni tener problemas con nadie. Y también suponen que la lesión no se produjo por un accidente: en la calle no encontraron huellas de frenadas ni restos de plásticos o alguna evidencia de la participación de algún vehículo. ¿Entonces cómo explicar la muerte de Luis Oscar González? ¿Es posible que se provocara un tajo en el costado derecho de su cabeza y una lesión irreversible en el cerebro por una simple caída?
Los policías de la comisaría 7ma. de Pocito al mando del subcomisario Julio Flores se inclinaban ayer a creer que tal vez fue una caída casual el origen de la lesión letal para González, pero de todos modos no descartaban hipótesis y se mostraron cautelosos: "Hemos pedido un informe completo al médico legista sobre las lesiones que presentaba este hombre, y esperamos conocer el resultado de la autopsia para tener alguna precisión sobre lo que pudo haberle pasado", dijo ayer Flores.
González tenía 63 años y vivía en calle 14, cerca de Alfonso XIII, en Pocito. Según la policía, el sábado alrededor de las 9 lo hallaron tirado, inconciente y sangrando por un tajo en la cabeza, cerca de su casa, en el costado norte de la calle 14, como si hubiera ido caminando hacia el Oeste. Desde el momento en que llegó al hospital Rawson, González nunca se recuperó y ayer alrededor de las 14 dejó de existir, dijeron fuentes policiales. Ahora, la policía espera el resultado de la autopsia y otras pruebas para aclarar el extraño caso.
