El Cementerio de la Capital será escenario de un procedimiento inusual: la exhumación de un cuerpo. Es que el luez de Instrucción Martín Heredia Zaldo autorizó ese paso para realizar la autopsia que servirá para confirmar la existencia de una muerte violenta, o no.
Se trata del caso del técnico en geología Carlos Miguel Varela (44) sepultado el 1 de octubre pasado, luego de que una médica prima de su esposa certificara que murió a causa de un infarto de miocardio, dijeron fuentes judiciales. Parte de su familia denunció la posibilidad de un asesinato y afirmó que la viuda practica ritos umbanda y tenía una relación violenta con la víctima.
La abogada de la mujer afirmó hoy, en los micrófonos de Radio Sarmiento, que su defendida se encuentra muy mal por la denuncia y reiteró la teoría de la muerte por una falla cardíaca producto de una complicación de un trasplante realizado en 2015.
“Llama la atención que hagan esta denuncia, hace 8 años que Carlos no veía a su hermano. La familia siempre se opuso a la relación y a que tuvieran hijos. Carlos fue trasplantado de urgencia en 2015 y se inyectaba insulina varias veces al día. La relación con la será Gabriela era excelente”, dijo Noriega.
En este sentido agregó que eran habituales las descompensaciones. Además, desmintió que la viuda y su hija sean parte del culto umbanda. “La chica baila árabe y durante el velorio bailaron y arrojaron monedas al cajón. E parte de una tradición, pero nada tiene que ver con estas cosas que se están diciendo”, agregó.
La denuncia
El 11 de octubre pasado, un hermano del fallecido que es médico y vive en Santa Cruz, Ariel Varela, llegó a la fiscalía de Ana Lía Larrea y denunció que su hermano pudo ser víctima de un homicidio.
El denunciante dejó constancia de las supuestas contradicciones de su cuñada (a la que vinculó al culto umbanda y con una conflictiva relación con su hermano) pues a él la mujer le dijo que Carlos había recibido un transplante y había muerto de una sobredosis de insulina. Pero él dudó porque Carlos no era diabético y en su cuerpo no tenía cicatrices de un transplante, indicaron
Y más que nada, sospechó porque él dijo haber visto hematomas en la zona de la nuca y la espalda de Carlos, al que describió en una postura propia de alguien que murió tras recibir un golpe y no por un problema al corazón, precisaron.