Difícil acceso. El cuerpo fue hallado en una hondonada que tiene acceso a través de una huella de tierra. Estaba descuartizado e incinerado, por lo que fue imposible identificarlo sin exámenes de laboratorio. Sin embargo, los investigadores anoche tenían la firme sospecha de que se trata de Brenda Requena.

Un cráneo ennegrecido, un torso, una tibia y un puñado de huesos de animales. Todo mezclado, enterrado y quemado. Con esa espeluznante escena se toparon los policías anoche cuando rastrillaban en una escarpada zona de Campo Afuera, a unos 5 kilómetros al Este de Ruta 40, en Albardón, sitio cercano a donde fue vista por última vez Brenda Requena (24) cerca del mediodía del pasado jueves, cuando supuestamente echó a correr a campo traviesa cuando su marido la pescó abrazada a otro sujeto. 

El estado de ese cuerpo humano hacía irreconocible la identidad a simple vista, pero fuentes del caso no dudaron en decir que "es compatible" con el de la joven madre albardonera: "El ADN confirmará la firme sospecha que tenemos", dijo una alta fuente policial.

No fue casualidad el lugar donde buscaron ayer los efectivos de la Policía por orden del Fiscal. Es que unos adolescentes de 14 y 17 años que cazaban pajaritos vieron el día que desapareció Brenda a un hombre "haciendo fuego" en el medio del campo. Ese mismo sujeto los corrió del lugar y hasta les dio plata a cambio de silencio. Pacto que rompieron en las últimas horas, pues se lo dijeron a sus padres y estos a los investigadores, según fuentes del caso. Atando cabos, los menores sospecharon que ese hombre, equivalente con la fisonomía del esposo de la mujer, Diego Álvarez (28), estaba en ese lugar ocultando algo. Claro, el marido de Brenda se mostró en TV el pasado viernes pidiendo por la aparición de su mujer y ahí los menores reconocieron ese rostro.

Pero, ¿cómo hizo el homicida para dejar la menor cantidad de rastros? Álvarez es carnicero y, según la Policía, un conocido cuatrero. Si bien ese oficio no lo incrimina, sí lo complica; sumado a que los dos jovencitos lo ubican en el lugar del hallazgo del cuerpo descuartizado. 

Álvarez había sido detenido el último domingo tras amenazar y golpear al supuesto amante de Brenda, un tal José Guajardo (28). De confirmarse las serias sospechas enfrentaría una dura imputación, tema que resolverá en las próximas horas el juez Heredia Zaldo, que quedó ayer al frente de la investigación.

RASTRILLAJE

  • La oscuridad hizo dificultoso anoche seguir buscando las otras partes del cuerpo y demás pruebas, por lo que hoy seguirán las tareas para recolectar todo lo necesario para la investigación del terrible crimen.

 

  • Seis días de incertidumbre

Una versión de un marido presuntamente engañado y la huida despavorida a campo traviesa de una mujer alimentaron un caso que tomó vuelo nacional. Pero con el correr de las horas la búsqueda no dio resultados y las hipótesis policiales sobre lo que pasó con Brenda Requena (24) empezaron a ser más espesas y con final incierto.

Con este escenario, el olfato de los policías dejó de estar solamente puesto en el campo. La Policía también llevó adelante la investigación entre familiares de la mujer albardonera pero sin resultados positivos.

El relato de la pareja de la mujer, Diego Álvarez, nunca resultó del todo convincente para los pesquisas, a pesar de que él mismo denunció la desaparición. Incluso su detención fue a raíz de una amenaza y golpes al presunto amante. Ahora, con el hallazgo de partes de un cuerpo, todas las miradas apuntan a este sujeto, un conocido cuatrero y carnicero de la zona de Campo Afuera.