La defensa de la directora de escuela sospechada de conseguir una tarjeta de crédito a nombre de una supervisora y obtener costosa mercadería con ese plástico, aseguró ayer que su clienta fue "usada" por un sujeto al que fue a parar parte de esa mercadería, porque sabía que la mujer está bajo tratamiento psiquiátrico por problemas mentales.

"Mi clienta fue utilizada como un instrumento para cometer delitos por parte del señor Raúl Pereyra, que es remisero y al parecer la sedujo y se valió del estado mental de mi defendida para sacar cosas con esa tarjeta y también con la de mi clienta. Ella está con licencia por tratamiento psiquiátrico desde el mes de enero a causa de su depresión y ansiedad y este señor sabía de esa situación, le dio el DNI de la otra señora y la usó", dijo ayer el abogado Federico Rodríguez, quien aseguró que analiza "iniciar un juicio de insanía o curatela (a su clienta), porque evidentemente no puede disponer de sus bienes".

La directora escolar bajo sospecha es Nelly Alaniz, descubierta tras el reclamo de la supervisora de apellido González y la denuncia de la tarjeta Data 2000. Fue apresada el último viernes por policías de Defraudaciones y Estafas con el DNI original de González (lo había extraviado) y la tarjeta que sacó a su nombre. El mismo día, allanaron dos casas en el barrio Centinela de Rawson y en el Enoé Bravo de Santa Lucía, y recuperaron casi todo lo que sacó con el plástico: un televisor, una notebook, una cocina, ropas varias, juguetes.

Al día siguiente, Alaniz sufrió problemas de salud y como la estafa es un delito excarcelable, el juez de Instrucción Guillermo Adárvez ordenó su liberación.

Aunque Rodríguez está convencido de la participación de Pereyra en la maniobra, al menos hasta ayer, este hombre no estaba formalmente sospechado en la investigación, dijeron fuentes judiciales.