Todo quedó inutilizable en la casa de Raúl Arias. Si alguien desea colaborar con la familia puede llamar al 42342305 o al 2645220493.

 

Las situaciones desgraciadas no dan tregua a una humilde familia de Rawson. En 2010, una fuga de gas desató un incendio que causó estragos en su casa. Con trabajo y ayuda, Raúl Arias (64) pudo remontar la situación, pero hace una semana quedó desocupado y pensaba vender una de sus motos para que no le falte pan a los suyos, pero ayer otro incendio arrasó con esa moto, con otra más, con unos $10.000 que tenían para el día a día y con todo lo que había en la vivienda con techo de palos y cañas. Así, Raúl, su esposa, sus tres hijas y sus cinco nietos quedaron literalmente en la calle.

El siniestro ocurrió alrededor de las 4 de ayer, luego de que un caloventor en la habitación de los chicos entrara en cortocircuito e incendiara los muebles y el acolchado de las cuchetas en esa vivienda de Jorge Newbery al sur de Vélez Sarsfield en la Villa Angélica, Rawson. Ahí vivían Raúl con su esposa, Gloria Cortez (55), y sus hijas Gabriela (29) con su nene de 10 años; Silvia (27) con sus chicos de 7, 5 y 1 año; y Mayra (22) que tiene un hijo de 3 años.

Al escuchar los gritos de los niños, los adultos saltaron de sus camas y en el acto se toparon con el humo. "Cuando vi como el fuego estaba tomando todo me metí para sacar a los niños. Después me quise meter para sacar algunas cosas pero la policía no me dejó porque ya era tarde" dijo Raúl, triste.

En instantes, las llamas se extendieron por las habitaciones a través del techo de cañas y palos, y ardió implacable ante la impotencia de los Arias. Cuando llegaron los bomberos nada se podía hacer. La familia perdió dos televisores, una heladera, dos aires acondicionados, todos los muebles y ropa, $10.000 para poder mantenerse y las motos de 150cc y 110cc, una de las cuales Raúl pensaba vender para subsistir hasta conseguir algún trabajo, aunque sea de changas. "Tenemos la ayuda de unos planes (la asignación universal) pero no nos alcanza para todo. Otra vez vamos a tener que volver a rodar como antes y empezar de nuevo", dijo Mayra, una de las hijas de Raúl, que ayer no sabían cómo hacer para pasar la noche. Una opción era la casa de su abuela pero al ser tantos no descartaban ir a cualquier parte.