En su defensa, intentó instalar un planteo lógico: "Yo no pude haber abusado de L. (su hija de 7 años, supuestamente manoseada a los 3 años) porque no me conoce y le dice papá a la pareja que ahora tiene su madre. Hace 5 años y medio que no estoy con ellos (su ex y sus hijos), ella tenía 1 año y 2 meses cuando me retiraron de la casa y hace 4 años y 10 meses que estoy preso. Yo no sé por qué les hacen decir (a los niños) cosas que no he cometido. Nunca abusé ni maltraté a ninguno de los 8 hijos de mi expareja", dijo el hombre, apoyado en un improvisado bastón metálico, custodiado por un policía que lo llevó hasta la silla de imputados del brazo, porque está prácticamente ciego.
Los hechos, sin embargo, no son para la Fiscalía como los intentó hacérselos ver al juez de Garantías, Eugenio Barbera, el imputado, un sujeto que registra dos condenas por delitos sexuales: una ya cumplida de 7 años por abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores. Y otra de 4 años por abuso simple agravado por la situación de convivencia, que cumplirá en dos meses, según el propio imputado, actualmente con prisión domiciliaria.
La sospecha del fiscal Mariano Juárez Prieto y la ayudante fiscal Paula Aarredondo (UFI Anivi), es que este hombre pudo haber abusado de su hijo de 11 años y también de su nena de 7 años cuando tenía 3, y de otra niña de 10 años.
Las versiones de los niños ante los psicólogos son claves para el sujeto, ya condenado por abusador
El varón ya declaró y según el defensor oficial Alejandro Martín García, nada aportó sobre el supuesto ataque sexual, aunque la ayudante fiscal aclaró que los dichos del niño no son la única fuente de indicios a evaluar por los psicólogos.
La nena de 7 años, sin embargo, lo complicó, pues dijo que su papá le sacaba la ropa, se bajaba los pantalones y se le ponía encima: "Me hacía la cochinada para embarazarme, como hacen los hombres con las mujeres". Esa niña también mencionó que su padre abusaba de su hermana G., de 10 años.
Por eso, ahora Fiscalía pretende que declaren con el sistema de Cámara Gesell, esa nena de 10 años y también otro hermano de 14 que, al parecer, fue testigo de algunos de esos ataques.
Los niños serán entrevistados la próxima semana. Y mientras avanza la investigación, el juez ordenó que el imputado continúe con prisión preventiva domiciliaria por dos meses (Fiscalía pretendía 4).
El defensor oficial se opuso al planteo de Fiscalía, argumentando que su defendido no podría fugarse ni entorpecer la investigación a causa de su ceguera, que lo limita tremendamente para poder desplazarse.