Este viernes por la mañana estuvo en el Primer Juzgado Correcional el comisario Gustavo Adolfo Padilla (55), el ahora exjefe del Depósito Judicial sospechado de haber utilizado ese cargo para hacer negocios con vehículos radiados.
El juez Juan Pablo Ortega pudo indagar al policía y, según fuentes del caso, los dichos comprometieron todavía más a Padilla quien no pudo desligarse de las maniobras que pesan en su contra. Así las cosas, el magistrado resolvió que siga detenido.
Junto a Padilla, el otro que está tras las rejas es el suboficial Néstor Gómez, señalado como “mano derecha” del comisario en el depósito de 9 de Julio. En tanto que los restantes efectivos policiales que están siendo investigados, de apellidos Chirino, Cárdenas y Flores recuperaron en los últimos días la libertad, pero siguen siendo investigados.
El escándalo salió a la luz el pasado jueves cuando Padilla fue apresado en su casa, pero la investigación se inició a principios de septiembre, con la denuncia de quien en ese momento era jefe de la seccional 3ra de Capital, que había descubierto su firma falsificada en un acta de entrega de un Chevrolet Corsa de una mujer que se lo habían secuestrado porque no había cancelado una multa.
A Padilla se lo acusa de haberle comprado a esa mujer el auto a un precio bajo y después haber fingido un acta para auto entregárselo y disponer del vehículo.
Por otro lado, la hipótesis es que además utilizaba para provecho propio una Toyota Hilux (se la secuestraron) que había sido entregada al organismo por el juez Pablo Flores en calidad de depositario judicial.