De la noche a la mañana, robaron ayer 22.000 pesos de las oficinas de una empresa maderera de Pocito. El casero del predio aseguró que no escuchó nada y la alarma no sonó porque supuestamente los ladrones la rompieron. La plata estaba en una caja de seguridad que fue abierta con una amoladora.

El silencioso golpe fue en el interior del predio de Maderas Impregnadas S.A., una firma de capitales mendocinos asentada en ruta 40, entre 8 y 9, Pocito. Los delincuentes entraron en la madrugada de ayer, aunque no se pudo estimar la hora. En la policía señalaron que, casualmente ayer, una patrulla de la Seccional 7ma. hizo un recorrido a las 1.15 y otro a las 3.30 por inmediaciones de la empresa y la estación de servicio situada en ruta 40 y 9, pero no detectaron movimientos extraños en la zona.

La novedad se conoció a las 8.30, al momento en que Bernardo Roldán -el encargado de la empresa- y otros empleados entraron a las oficinas, revelaron en la policía. Los ladrones revisaron todo, pero lo único que se llevaron fueron los 22.000 pesos que estaban en una caja de seguridad metálica dentro de un armario, de acuerdo a lo que denunció Bernardo Roldán, dijeron en la policía. Esa plata era producto de las ventas y la iban a depositar ayer en el banco, habría dicho el encargado a los uniformados.

No fue muy difícil entrar al predio. En la entrada sólo existe una tranca, explicaron. El lugar no cuenta con sereno, pero sí hay un casero que tiene su vivienda como a 500 metros de las oficinas, señaló un investigador. Es más, ese empleado relató que no escuchó ruidos ni otra cosa rara que le hicieran sospechar sobre la presencia de ladrones.

De acuerdo a la denuncia, la alarma no sonó. Y eso que supuestamente los ladrones abrieron una ventana corrediza de la cocina e ingresaron hasta llegar a la caja de la alarma y la rompieron.

Eso le dejó el terreno libre para revisaran cada una de las oficinas. Fue así que localizaron la caja de seguridad y la abrieron a la fuerza – eso sospechan- con una amoladora, relataron en la policía. Los investigadores tienen muchas dudas, más que nada por la facilidad con que ingresaron y sin que se activara la alarma.