Motos enduro, caballos, perros, camionetas 4×4, unos 60 policías comandados en persona por el jefe de la Fuerza, comisario Luis Martínez, y el secretario de Seguridad, Gustavo Fariña, y hasta el apoyo de un helicóptero para rastrillar geografías complicadas de Pocito y Sarmiento. Todo ese despliegue generó ayer la desaparición de un chico de 13 años que se fue de su casa en Carpintería, Pocito, tras una discusión con su madre. Luego del pleito, el menor agarró un caballo y se fue de su hogar. Su familia salió a buscarlo, pero sin éxito. La preocupación de los parientes del niño se acrecentó cuando el animal regresó sólo y con sus patas heridas. Y ante el temor de que le hubiera pasado algo grave, le avisaron a la Policía, explicaron voceros familiares y fuentes policiales.
Finalmente, tras 12 horas de intensa búsqueda, apareció. Según la Policía, estaba deambulando entre los parrales de una finca cercana a un barrio en Carpintería y al ver a los efectivos, huyó pero luego de 1 kilómetro de persecución a pie lograron atraparlo sano y salvo.
El enorme operativo causó cierto malestar en varias esferas de la Policía, ya que se había afectado a personal de la Subcomisaría Castro, las comisarías 8va y 14ta, Sección Búsqueda de Personas, Sección Canes, Infantería, GERAS y Regional Sur. También se solicitó el apoyo de un helicóptero para rastrillar zonas como la Quebrada de la Flecha, en Sarmiento, y otros terrenos a los que los buscadores no podían acceder, explicaron.
Todo empezó el lunes a las 17.30 cuando el chico, de apellido Tapia (13, el mayor de 4 hermanos), discutió con su madre en la casa que comparten en calle Alfonso XIII, cerca de Santa Clara, en Carpintería. Bernardo González, tío del niño, contó que tras la pelea, su cuñada se fue a comprar y después el chico, molesto, agarró un caballo y salió hacia el Oeste. Una de sus hermanitas le avisó a sus padres que se había ido y luego salieron a buscarlo. Encima el caballo regresó ayer lastimado y pensaron que tal vez se había caído a un precipicio o que podría haber sido atacado.
Pero finalmente dieron con él, después de las 18, cerca del barrio Campo de Batalla, en Carpintería. Después, el chico contó a los policías que se cayó del caballo y dejó que el equino regresara a su casa. Enojado por el regaño de su madre (no precisó el motivo), se quedó con un cuchillo, un pelero, una botella de agua y un trampero a pasar la noche en El Cerrillo. Al amanecer, enfiló hacia Sur donde deambuló gran parte del día hasta que fue localizado.