La extraña desaparición de la esposa la madrugada del domingo. El sospechoso desinterés del marido, y después su repentina preocupación. Su curiosa denuncia acerca de que su mujer lo había abandonado. Ese dudoso mensaje de texto de celular -adjudicado a ella- que decía que se marchaba con el amante. El extravío de una almohada y una sábana de la cama matrimonial. Y para más intriga, el misterioso hallazgo del ciclomotor de ella cerca de un canal.
Todo, y cada indicio, hacía presumir que algo turbio y macabro había detrás de la desaparición el domingo último de Lucía del Carmen Arancibia (31) y de la tambaleante versión de su esposo Eduardo Angel Sigalat (44), quien sorprendentemente a posteriori quiso suicidarse. Esas sospechas policiales se confirmaron -en parte- ayer en la siesta: el cadáver de la mujer apareció en el fondo de un desagüe seco en Santa Lucía, con signos de haber sido asesinada a golpes, según la policía. La hipótesis es que la mató su marido, el mismo que hasta anoche permanecía en coma tras querer ahorcarse.
Al cierre de esta edición, faltaba el reconocimiento del cadáver por parte de la familia de Lucía, pero para los policías era ella. Una médica legista señaló a los investigadores que la víctima tenía algo de 24 horas de fallecida, lo que coincidía con el tiempo de desaparición de la mujer. También reveló que tenía una fractura en la frente y otra en un costado del cráneo. A su lado apareció una almohada y una sábana, que podrían ser los que se perdieron de la casa que compartían Lucía y Eduardo Sigalat, en calle Urquiza 1455 Este, de Villa Urquiza, en Santa Lucía. El domicilio está a unos 3km. del desagüe donde hallaron el cuerpo, ubicado el costado Sur de Benavidez, a 500 metros al Este de Balcarce.
Antonia Guzmán, madre de Lucía, contó que su hija y Sigalat -que tienen 3 hijos- andaban mal desde hace años. Desde que él tuvo un accidente y perdió su trabajo en la municipalidad, ya no era el mismo. "Si encontraba una changa, mi hija lo ayudaba y encima trabajaba por él. Nunca trabajaba. Ella mantenía la casa y él la maltrataba. Hace una año, la desfiguró a golpes. Y se le metía que mi hija tenía otro hombre, cuando era mentira".
La familia no sabía que habían discutido el domingo a la madrugada. Se enteraron al mediodía, cuando Cristina Arancibia fue a buscar a su hermana Lucía a su casa y Sigalat dijo que se había ido de noche en su moto después de que pelearon. Curiosamente, no había llevado el casco, el documento ni ropa. Era extraño que dejara a sus hijos. "Siempre salía con los chicos", dijo Cristina. "Primero, Eduardo no nos quiso atender, después fue cortante". Según la mujer, "los niños me contaron que su mamá se había llevado una almohada y una sábana, porque no estaban. Qué extraño, dije. Para Eduardo era como si nada". Como los Arancibia no tenían noticias de Lucía y no contestaba su celular, ellos mismos llamaron a la policía e insistieron al marido que radicara la denuncia.
A las 14:32 del domingo, la madre recibió un mensaje del celular de Lucía: "Me fui con mi amante y dejo a los niños con Eduardo…" y le pedía perdón. Sigalat, por su parte, aseguró que recibió un mensaje similar y, llevando eso como prueba, a las 17 del domingo se fue a la Seccional 29na. a dejar sentado que su mujer fugó con un amante. Ahí también aseguró que se llevó su Juki 50cc. Lo que no esperaba era que los policías ya tenían esa moto, que fue hallada abandonada al lado de un canal en la siesta.
Ahí empezaron las sospechas entorno a Sigalat. A las dos horas que salió de la policía, el hombre ató un alambre a su cuello y se colgó en el fondo de su casa. No logró matarse porque lo salvó su hermano, pero quedó grave en el Hospital Rawson. El intento de suicidio generó más intriga en la policía, que empezó a averiguar y descubrió a través de amigos y familiares que Lucía Arancibia no tenía otra relación sentimental y, en cambio, si se llevaba mal con su marido.
Fue así que empezaron a buscarla, pensando que Sigalat podría haberla matado. La tarde del domingo rastrillaron los canales, y ayer también, hasta que una ocasional transeúnte llamó a la policía a las 15 avisando del hallazgo de un cadáver en un desagüe en Benavidez. Era una mujer asesinada. Para la policía, es Lucía Arancibia. La hipótesis es que el propio Sigalat la habría matado en su casa o en otro lugar y luego la arrojó en ese sitio. Y que la historia del amante y del mensaje de texto fue un invento de él, quien después se vio acorralado y quiso suicidarse.
