Conmoción en México por la muerte de un argentino, cuyo cuerpo apareció, después de un mes, sepultado en el jardín de la casa de su secretaria personal.
Se trata del conferencista sobre asuntos cósmicos Daniel Cipolat, conocido en el ambiente con el seudónimo de "Dandelion" (diente de león) quien hace un mes le había comunicado a sus seguidores en redes sociales: "Ahora me toco a mí…" haciendo referencia al contagio de coronavirus y día después agregó: "Recen por mí".
Ambas publicaciones ahora están en manos de los investigadores para verificar si fueron escritas por él o por su secretaria personal Linda Uribe, una mujer de nacionalidad mexicana que está prófuga.
La historia comenzó a tener un giro impensado cuando después de anunciarles a sus seguidores sobre la muerte del conferencista, el cuerpo del fallecido había desaparecido. Sus hijos a través de las redes comenzaron a pedir justicia, recibieron el apoyo de miles de seguidores de Cipolat, hasta que la noticia en forma de denuncia llegó a la Embajada Argentina en México.
Con la desaparición del cuerpo mas todas las irregularidades que estaban saliendo a la luz, las sospechas sobre un posible asesinato fueron creciendo.
Nicolás, el hijo del conferencista, decidió viajar a entrevistarse con Uribe para asesorarse sobre lo que le había ocurrido a su padre, buscar el cuerpo y poner todo en conocimiento de los funcionarios argentinos en el país azteca.
Según relata el joven en un video, la secretaria de Cipolat le confesó que tenia sepultado a su padre en el jardín de su residencia. Inmediatamente dio parte a las autoridades, se dispuso un operativo y lograron verificar y rescatar el cuerpo de la víctima.
La mujer le había dicho la verdad al muchacho. Los restos del conferencista estaban en el patio de su propiedad, no tenia documentación ni otro tipo de pertenencias. El paradero de Uribe, desde entonces, es desconocido.
El cuerpo de Daniel fue sometido a una necropsia para determinar la fecha y causa de su muerte.
Personal ciber-policial perita los últimos mensajes del fallecido para constatar si fue su secretaria quien los redactó y, de ser así, avanzar en la investigación sobre la posibilidad de un crimen planificado.