Los cadáveres de una mujer y su hija adolescente, que estaban desaparecidas desde el 28 de enero pasado, fueron encontrados en las últimas horas enterrados en el patio de una casa de Punta Lara, partido de Ensenada, y la Policía buscaba a la pareja de la mayor de las víctimas.

 

Un jefe policial informó que los cuerpos de Maruja Pérez Chacón, de 50 años, y de su hija de Shirley Cielo Barrientos, de 15, ambas de nacionalidad peruana, fueron llevados a la morgue judicial de La Plata para ser sometidos a distintas pericias que permitan establecer las causas de sus muertes.

 

Los cadáveres fueron encontrados enterrados en el patio de una casa ubicada en la calle Brown, de Ensenada, frente al camping policial, cuyo inquilino estaba siendo buscado por la fuerza de seguridad.

 

"Me mandé una cagada", les dijo el prófugo, de apellido Hidalgo, al anunciarle a sus compañeros que renunciaba al trabajo, según relató esta mañana la secretaria de Seguridad del municipio, Susana González.

 

Según la funcionaria, "madre e hija, que vivían en Moreno al 200, de Ensenada, el 28 de enero se fueron a Punta Lara a pasar el día con un amigo y desde ese momento se perdió todo contacto con ellas".

 

La búsqueda se inició luego de que los familiares de las mujeres que residen en Perú se mostraron preocupados porque desde el 28 de enero no tenían noticias de ellas, ni telefónicas ni vía Facebook, como era habitual. La denuncia fue realizada, a pedido de a familia, por una allegada a las mujeres que vive en Ensenada y que el 4 de este mes se presentó en la comisaría local y dijo que la última vez que las vio fue el 28 de enero, cuando iban a pasar el día a la casa de un amigo en Punta Lara.

 

 

Los investigadores identificaron el inmueble, perteneciente a un hombre que dijo que se lo alquilaba a un compañero de trabajo, identificado como H. Hidalgo (42), quien no se encontraba en el lugar.

 

González explicó que "los cuerpos de madre e hija fueron hallados enterrados cerca de la parrilla de la casa, a casi un metro de profundidad, en un pozo de unos dos metros de largo por uno de ancho. Primero estaba el de la chica y debajo el de su madre".

 

Ambas estaban desnudas y envueltas por bolsas de nailon y frazadas.

 

La funcionaria de Ensenada confió que "el dueño de la casa dio datos puntuales del hombre que le alquilaba la vivienda, un compañero de trabajo de unos 40 años, y que hoy era intensamente buscado".

 

El fiscal Marcelo Romero, a cargo de la investigación, señaló que secuestraron cuchillos en la casa aunque todavía no se sabe "cómo murieron" las mujeres.

 

Una cuestión de determinar con las autopsias en si las mujeres fueron víctimas de un ataque sexual, lo que no se descarta debido a que los cuerpos estaban desnudos.

 

Además, Romero investiga si la mayor de las mujeres mantenía una relación sentimental con el sospechoso, quien, según las fuentes "estaría cercado". La otra hipótesis es que el prófugo les habría ofrecido trabajo y con ese pretexto estableció una relación de amistad.

 

Fuente: Clarín