Desde hace tres meses, Luis Recabarren abrió una distribuidora de bebidas en un salón en Rawson, en el mismo lugar donde antes también había funcionado un comercio similar. Además de bebidas, el hombre comercializa fideos y otras mercaderías. El viernes en la noche, cuando su hijo atendía a una mujer y a un hombre con su hijo de 5 años, dos sujetos armados les hicieron vivir una pesadilla. Según el comerciante, uno de los ladrones no dudó en apuntarle en la cabeza al nene para aniquilar cualquier resistencia y el cómplice amenazó a los mayores, mientras los obligaba a ir a un baño. En el trayecto, uno de los sujetos golpeó al hijo del propietario y le sustrajo una cadenita de plata y su celular. Sin más obstáculos, los malvivientes se apoderaron de unos 35.000 pesos y escaparon.
La distribuidora ‘Cabot 2’ está situada desde abril en calle Doctor Ortega, al Oeste de calle Frías. Recabarren contó que hasta el viernes nunca habían sufrido ningún ataque similar e incluso agregó que los vecinos le dijeron que a la anterior distribuidora nunca la asaltaron.
El comerciante explicó que el último viernes, a las 21, su hijo Rafael (40) atendía a una vecina y a un vecino que llegó con su hijo. En ese momento, los sujetos ingresaron diciendo que venían a comprar un cajón de cerveza. Pero cuando entraron, uno cerró la puerta y su cómplice sacó un arma y amenazó al niño, contó Recabarren.
Después, llevaron a todos hacia el pequeño baño del local y en el camino uno de los ladrones golpeó y le sacó sus pertenencias a Rafael. ‘Le arrancaron la cadenita del cuello, le sacaron el celular y le dieron un cachazo cerca de la boca. No sé si a los clientes les robaron algo’, dijo el hombre. Con las cuatro víctimas encerradas, los ladrones revisaron un mostrador y escaparon con los 35.000 pesos. ‘La plata era para pagar proveedores y algo de lo que habíamos hecho en el día. Ahora vamos a ver si contratamos un policía que esté por las tardes’, precisó el propietario del negocio.

